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Diario de una aventura

Inshallah Factor, la obsesión

Son tan complicados estos 450 metros de pared vertical que nos llevarán cuatro días de escalada y tres noches que pasaremos literalmente colgados

Jesús Calleja, preparando el descenso por una pared.

Publicado por
León

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Hola amigos, ya estamos metidos de lleno en otro desafío extremo... Nos hemos venido a Jordania para escalar una pared vertical de 450 metros tan compleja y difícil que emplearemos la técnica del Big Wall o artificial de grandes paredes. Es decir, que la escalada será tan compleja y vertical que tendremos que emplear material especial para progresar por paredes verticales y extraplomadas. La tendencia universal es la escalada libre, en la que sólo se emplean materiales en la pared para asegurarse, pero la escalada artificial o la mezcla de ambas es menos conocida y practicada. En el equipo Desafío Extremo teníamos muchas ganas de aventurarnos en una de esas grandes paredes de escalada artificial combinada con libre, y además queríamos ponerle nuestra firma, es decir, complicarlo un poco más, de ahí que decidiéramos venirnos al desierto del Wadi Rum en Jordania, un desierto donde casi nunca llueve y donde el sol golpea en estas fechas sin piedad.

Por delante tenemos una perfecta combinación: escalada extrema de artificial y libre, mucho sol y aún más incertidumbre de si lo lograremos... Son tan complicados estos 450 metros que nos llevarán como mínimo cuatro días de escalada y tres noches que pasaremos colgados literalmente de hamacas instaladas perpendicularmente a la pared. Tendremos que escalar, comer, cenar, cagar, mear y dormir en la pared, y portear unos 180 kilos de peso a través de toda la ruta, pues seremos autosuficientes, teniendo que llevar entre otras cosas 50 litros de agua, y unos 600 metros de cuerda, muchos kilos de material de escalada, gas, comida, etcétera.

Todo hay que subirlo en diferentes macutos por la pared; no sólo se escala, si no que hay que elevar a puro músculo todo el material pesado siempre hacia arriba.

Para poder hacer tan tremendo esfuerzo y salvar la dificultad de la ruta, se ha venido con nosotros uno de los más expertos escaladores de artificial del mundo, se llama David, o mejor dicho le llaman: Pelut (el pelos), ya le conoceréis... también, siempre que hay cuerdas por medio está mi hermano Kike y por supuesto mi cámara y amigo Emilio Valdés. Pelut, Emilio y yo escalaremos la vía o itinerario conocido como Inshallah Factor, algo así como Dios proveerá... Kike, entre muchas de sus funciones, será nuestro enlace con el campo base; nos suministrará lo que podamos necesitar y sobre todo estará vigilante ante cualquier cosa que pudiera ocurrir dada su dificultad. Se queda con unas ganas enormes de escalarla, pero somos un equipo y su misión es necesaria esta vez en el campo base. No sólo escalaremos esta pared, si no que además lo filmaremos, lo cual le añade un punto más de dificultad, al tener que alterar la función normal de la cordada, ya que Emilio se situará siempre junto a la máxima acción. En definitiva, que por delante tenemos una escalada brutal en uno de los desiertos más calurosos, y ya entrando de lleno en el verano.

Os tengo que decir que Pelut, que le hemos conocido hace poco, no deja indiferente a nadie...es todo un personaje, pero toda una experiencia conocerlo. Además de reírnos hasta hartarnos con sus increíbles historias, estamos obligados a conocernos mejor, sobre todo él y yo. Sin duda tenemos que hacer alguna actividad juntos antes de meternos en el proyecto de Inshallah Factor. Por lo tanto decidimos que Kike, Emilio, Pelut y yo descendamos uno de los numerosos cañones que existen en el entorno del Mar Muerto.