Muy personal

Alejandro vive solo en un apartamento de dos habitaciones en la comuna de Providencia, donde residen no pocos españoles. «Vivo cerca de las dos avenidas principales que son Providencia y 11 de Septiembre. Durante la semana hay mucho movimiento de gente porque es una zona con muchas oficinas y también restaurantes, comercios, etcétera. Es una zona cara que no tienen nada que envidiar a ninguna capital europea. Santiago es una ciudad de grandes contrastes. Tiene muchas zonas verdes pero también tiene bastante contaminación. Pero no todo es Providencia. Hay otra Santiago donde gran parte de la población vive de manera muy humilde. Aunque, por fortuna, las cosas han cambiado mucho en los últimos años y cada vez más gente tiene derecho a los servicios básicos». En los dos años largos que lleva en Chile, pese a que el trabajo le absorbe muchas energías, Alejandro ha podido visitar algunas zonas del país: «He podido conocer el sur de Chile en varias ocasiones. La última estuve en La Puntilla de Pichicolo, en casa de nuestros amigos Sixto y Carmen. Fue un viaje increíble de más de 16 horas en coche desde Santiago. Pero, como dice Pablo Neruda, «quien no conoce el bosque de Chile, no conoce el Planeta».