Muy personal
«Admiro el buen humor de los irlandeses pero no soporto que no saben salir y beber en un pub sin terminar casi en el coma etílico». Así de contundente se muestra Ana López respecto a una de las costumbres más arraigadas en su país de residencia, del que, como curiosidad, resalta que «casi todos lo hombres tienen la barba pelirroja».
Los irlandeses son, según López, amables, sociables y nada racistas. En una comparativa entre aquel país y España, sale ganando el primero. «Es muy dificil ser objetiva cuando te plantean esta cuestión, pero si tengo que elegir, bueno, Irlanda es donde vivo, así que ésa es mi decisión», admite, en parte porque es allí donde reside su pareja, Seamos Allen.
Pese a que ya ha vivido en otros países como Alemania, donde cursó estudios en el marco del programa Erasmus, no prevé abandonar Irlanda a corto plazo por motivos laborales. «Cuando termine el doctorado buscaré trabajo donde sea», indica. También reconoce que en Irlanda un joven de su edad percibe un salario mayor que en España por la realización de la labor profesional que ella está asumiendo pero, como contrapunto, señala que el nivel de vida en aquel país también es más alto que en el suyo.