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La Royal Society, premio Príncipe de Asturias por difundir el conocimiento

El jurado destaca el impulso de la investigación de la sociedad científica más antigua

Instrumentos y documentos históricos expuestos en la Royal Society en Londres.

Publicado por
ÁNGEL FABIÁN | OVIEDO
León

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La sociedad británica Royal Society obtuvo ayer el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2011, concedido en Oviedo por un jurado presidido por Manuel Olivencia, que subrayó que se trata de la comunidad científica más antigua del mundo, con una actividad ininterrumpida desde hace más de 350 años. Olivencia destacó dos de sus objetivos prioritarios, «el impulso de la investigación científica y la difusión del conocimiento para beneficio de la humanidad».

Creada en 1640, actualmente está integrada por más de 1.500 miembros, entre los que se cuentan 75 premios Nobel y nueve Príncipe de Asturias, como Stephen Hawking o Antonio García Bellido. A lo largo de su dilatada historia, han formado parte de ella personalidades de la talla de Isaac Newton (fue uno de sus presidentes), Gottfried Leibniz, Charles Darwin, Benjamin Franklin y Albert Einstein.

El jurado quiso resaltar «el carácter multidisciplinar de la institución, en la que se ponen de manifiesto los vínculos entre ciencia, sociedad y política», y destacó el patrocinio que ejerce sobre «cátedras, así como numerosas becas posdoctorales y ayudas a la investigación en distintas universidades. Edita abundantes publicaciones y organiza conferencias internacionales centradas actualmente en las implicaciones sociales de la neurociencia».

La candidatura, que se impuso entre 24 candidaturas, había sido propuesta por uno de sus miembros desde 1986, el español y exrector de la Universidad Complutense Antonio García-Bellido, que la calificó como «la más prestigiosa institución académica». El presidente de la Royal Society, Paul Nurse (Premio Nobel de Medicina), aseguró que se siente «honrado» por la obtención del galardón, que «ofrece un claro respaldo de nuestra meta y nuestro éxito» en el logro de objetivos que se habían fijado el año pasado al celebrar su 350 aniversario. Uno de esos propósitos es «inspirar a la gente a ver la maravilla del mundo que les rodea y la iluminación y el avance que la ciencia puede ofrecer», dijo.

Como integrante del jurado, la catedrática de Filosofía Moral y Política de la Universidad de Valencia, Adela Cortina, recalcó la importancia de la concesión de este galardón en un momento en el que la crisis constituye una dificultad añadida.