Cabreados

U n servidor también, pero además tiene la mosca detrás de la oreja. Miles de jóvenes «indignados», según se lee en las páginas web, se han manifestado y acampado estos días en las plazass de cincuenta capitales españolas, incluida la leonesa de Botines, para protestar contra la crisis y la clase política. No es mala motivación, aunque mosquea que haya sido precisamente ahora, cuando las encuestas pronostican una debacle del PSOE con innumerables votos de castigo que se fugarían hacia el PP.

Los chavales argumentan, y con razón, que la política está profesionalizada, corrompida y ha hundido al país, equiparando a continuación a los dos partidos mayoritarios. Y, hombre, eso no. Los que vamos ya para viejos pensanos que algunos con más cabritos que otros. El poder corrompe y el poder absoluto, o el que quiere hacerse con él todo el rato, corrompe absolutamente. Miren los chicos quién manda en España desde hace siete años y no se me descarríen.

Auguran las encuestas que el PP barrerá al PSOE en las elecciones de hoy y también es casualidad que se haya montado este botellón político-informático-juvenil una semana antes. Se congregan los rapaces al repique de campanas de las nuevas tecnologías, o sea Internet y eseemeeses, lo cual no es nuevo. Ya cuando los bombazos del 11-M en Atocha pasó lo mismo y estaba Rubalcaba de campanero. Necesitamos un Gobierno que no nos mienta.

Desde luego los estudiantes de estas manifas no eran de Rajoy, aunque gastaran muchos un ordenador pepijo, que desde luego no puede costear un progenitor en paro, sociata o no, salvo que sea funcionario del Estado por cuenta de la cuota zapateril, como la de los jueces. Algunos pardillos de derechas han caído en la trampa de pensar que la cosa era bienintencionada, espontánea y fruto de la rebelión de la sociedad civil. Los hay que no maduran y son como niños, Mariano. Oiga, mire usted, un adolescente es lo más fácil de manipular y ya decían nuestros papás cuando la guerra fría que quien no era comunista de jovenzuelo no tenía corazón, pero seguir siéndolo de mayor era no tener cerebro.

Ésta es una rebeldía con mensajes simplistas como «no al bipartidismo». Coño, que nos digan la alternativa con tal de que no sea la de Gaspar Llamazares, que rápidamente ha sacado la pancarta antisistema. ¿Y sin partidos qué? Es el mismo huevo que incubó a Perón, Hitler, Lenin o Salazar, que terminaron todos creando su propio partido único. Aquí en España para no ser menos Franco también instituyó el Movimiento Nacional y les encarecía a sus ministros: «haced como yo y no os metais en política». Guajes, lo teneis crudo.

En las concentraciones de Madrid, planificadas desde un piso de ocupas sito en la calle del Pez -”en el número 6 está la Casa de León y lo demás está lleno de casas de putas, con perdón, según se escupe de la Plaza de España a la izquierda-” han sido agredidos e insultados algunos periodistas. Mal empezamos, colegas, a ver si os enterais de la juerga. Y la acampada ha sido en la Puerta del Sol, kilómetro cero de todas las carreteras de España antes de las autonomías, casualmente frente al despacho de Esperanza Aguirre. Se ve que la Moncloa o la socialista calle Ferraz les quedaban a trasmano, aunque el metro de Gallardón es muy bueno.

Los partidos necesitan regenerarse en democracia interna, eso está claro, pero no casualmente la víspera de unas elecciones en las que el Gobierno va a perder por goleada. Ya se sabe que un hijo protestón y zascandil no hace caso a nada y siempre ha sido así en las escuelas y en los institutos. Pero, chaval, por lo menos no le hagas repetir curso a tu padre con los de Zapatero en las instituciones si no quieres arruinarnos la vida a todos todavía más.

Al día de escribir este articulillo, viernes, sigue el botellón informático, la movida o como quiera llamársele. Y se preveía que los mozos fueran lanzados en la jornada de reflexión. Por si no sabían hacia dónde el PSOE les ha abierto los brazos prometiendo atender sus pueriles demandas para la próxima. Lo han dicho, además del propio Zapatero, según el cual son «progresistas críticos», Felipe González, el extremeño Ibarra, el candidato sociata López a la comunidad de Madrid y la tira de santones y candidatos del partido del Gobierno, que están encantados con este follón. A todos se les ha visto el plumero punki y a esto se le llama tinto y en botella.

Mi tabernero de cabecera no descarta que Rubalcaba les haya echado alguna porquería en la Coca-Cola.