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Publicado por
PEDRO TRAPIELLO
León

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Qué hacer ahora con todos estos clamores es un reto a la razón... y a la imaginación. Una vez demostrado que se pueden preñar las plazas con una multitud desairada que pide voz y apeos en el concilio secreto de la gobernación, ¿cómo llevar toda esta riada a un buen molino donde el molinero no esquilme las quilmas y la molinera no sea puta?

Si persisten las acampadas, el fenómeno irá declinando conforme disminuyan sus minutos en la tele y empiecen a repetirse los ingeniosos carteles, las frases solemnes o la ira con gaseosa. La gente se cansa. Y también ha de estar a lo suyo, incluidos los cinco millones de parados que pierden los días entre curricularse y hacer colas.

En Barcelona mantendrán el campamento civil y debatiente hasta el 15 de junio. Habrá tiempo, pues, de instruir el sumario de la violación de derechos que se juzga en este caso. Es admirable el tono de debate, el orden y sensatez que han impuesto en estas concentraciones los que se rebelan contra la resignación. Se huye del guirigay. Pero una acampada indefinida es condenarla a muerte y dejar sólo para el álbum de fotos los planteamientos razonales que hayan latido en todo este movimiento de repulsión civil.

¿Habrá solución de continuidad para esta voz espontánea del pueblo peatón? Quiere Sócrates V. creer que a partir de ahora ese pueblo rebotadísimo, pero no rendido, volverá cada sábado o el 15 de cada mes a esas plazas para echar la mañana hablando, escuchando y acordando... y clavando cada vez el bando de este acuerdo en el portón de los Poderes... para que nunca olviden que el soberano es el pueblo... y que de ahí a arriba, nadie diga .

Quiere Sócrates en Botines una sabatina a la semana, una vuelta al corro que gobernó los días de esta tierra desde los astures al concejo, corro abierto, porque el corro es la única expresión humana democrática en la que no hay arriba y abajo, primeros o últimos, todos en el mismo plano, todos con voz... y sea el acuerdo concejil sagrada ley... y cada sabatina , un manifiesto, un bando que los gentiles medios locales tendrán a bien publicar para que no repiquemos en estos campanarios los mismos de siempre y la patulea concejalona.