La localidad malagueña de Júzcar, declarada primer ''pueblo pitufo'' del mundo

Los pitufos ya viven en Júzcar, pequeña localidad malagueña de la serranía de Ronda declarada primer pueblo pitufo por la multinacional Sony Pictures, que lo ha escogido para promocionar la película Los pitufos 3-D, que se estrenará en agosto en España. Para recrear el lugar donde habitan las pequeñas criaturas azules se han pintado de este color todas las casas del pueblo (175 inmuebles entre los que se incluyen la iglesia, el cementerio y el ayuntamiento), para lo que se han empleado 9.000 kilos de pintura.

Además, las casas, que estarán pintadas de azul hasta septiembre, han sido decoradas con pequeñas reproducciones de pitufos. Bar Gargamel Pero la promoción de esta película va más allá, ya que en el pueblo se abrirá un bar con el nombre de Gargamel, el malo de los célebres dibujos animados; y este año el manto de la Virgen de Moclón de Júzcar será azul en su honor. Además, el dueño de un hotel de Júzcar se ha teñido el pelo de azul y este sábado se celebrará " una boda pitufa " con " sorpresa especial pitufa " para los novios.

El sofocante calor no ha desanimado a los cientos de personas que se han acercado a la plaza del pueblo para participar en una fiesta amenizada por Pitufina y Papá Pitufo, además de Gargamel, que ha encarnado un vecino del pueblo, y su gato Azrael, con los que deseaban hacerse fotografías los vecinos. El acto central ha estado conducido por la presentadora y modelo Eva Gónzalez, quien ha señalado que se eligió Júzcar porque " los pitufos viven en setas y en el municipio existen alrededor de 150 variedades de setas ".

Junto a Eva Gónzalez han conducido el acto el director general de Sony España, Iván Losada, que ha asegurado que " si Júzcar no existiese, tampoco existiría el ''pueblo pitufo'' ". Ambos, junto al alcalde David Fernández, han descubierto una placa en la plaza con el lema " Júzcar, primer ''pueblo pitufo'' del mundo " y una gran Pitufina da la bienvenida a la entrada de la localidad. El alcalde ha explicado que se han contratado a desempleados para pintar las casas de azul y que hay vecinos que quieren que este sea el color permanente de sus viviendas, con lo que Júzcar rompería la tónica de los pueblos blancos de la serranía.