Diario de León

Un amor por humor en Mónaco

Alberto II se enamoró de la gracia, la sencillez y la naturalidad de la exnadadora Charlene Wittstock con quién se casa mañana por lo civil y el sábado por lo religioso

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efe | los ángeles

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El príncipe Alberto II de Mónaco, que se casará este sábado con Charlene Wittstock, se enamoró de la sudafricana por su sentido del humor, su sencillez y su forma de ser tan natural. Así lo asegura el prometido en una entrevista publicada en el nuevo número de la edición estadounidense de la revista Vogue , del que ayer la prensa estadounidense avanzó algunos extractos y en el que aparece un extenso reportaje fotográfico con la novia. «Me enamoré de su sentido del humor, su sencillez y la naturalidad con la que se relaciona con la gente», declaró el príncipe. «Para mí, Charlene no puede estar más guapa que cuando luce natural, sin maquillaje y con el pelo recogido», añadió.

Durante la charla con la pareja se describe cómo el príncipe conoció a la que será su esposa cuando esta lucía un traje de baño. La exnadadora, que representó a Suráfrica en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, tomaba parte en un evento en Mónaco cuando llamó la atención del príncipe hace 10 años. «Fue increíblemente halagador», recordó. «Después de verme nadar, Alberto pidió permiso a mis agentes para una cita. Pasamos toda la tarde charlando y riendo», agregó.

Pero no fue hasta pasados cinco años, en diciembre del 2005, cuando los dos se reencontraron. «Me pidió salir oficialmente en el día de Año Nuevo. Nuestra primera aparición pública fue en los Juegos (Olímpicos de Invierno) de Turín, en febrero del 2006», comentó. Precisamente el deporte es el gran nexo de unión entre ambos, según reconoció. «Resultó claro que compartíamos las mismas pasiones; nos involucrábamos emocionalmente viendo a los atletas. El deporte es el común denominador de nuestras vidas», manifestó la sudafricana, quien se retiró de la natación profesional hace tres años tras una fractura en el tobillo.

Los hijos ilegítimos no van. Los dos hijos ilegítimos que el príncipe Alberto II de Mónaco tuvo de dos relaciones anteriores esporádicas no asistirán a su boda con la exnadadora sudafricana Charlene Wittstock, según informó ayer el diario Le Figaro . La decisión se ha tomado para no someter a «una exposición mediática importante» a Alexandre Eric Stéphane, nacido en agosto del 2003 en París, y a Jazmin Grace Rotolo, nacida en 1992, precisa ese periódico conservador. Alexandre y Jazmin han sido reconocidos oficialmente por el soberano, pero ninguno de los dos tiene derechos sucesorios por haber nacido fuera de un matrimonio católico, como exige la ley del principado. Se trata de uno de los nuevos detalles que se han filtrado a un día de la ceremonia civil y a dos de la religiosa.

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