Ofrendas con rostro

La ermita de la Virgen del Villar de Carrizo de la Ribera alberga en su interior un auténtico museo fotográfico. Una joya histórica que se está convirtiendo en el gran álbum de la villa. La ermita del Villar fue construida en torno a 1900 y desde entonces, los vecinos envían sus fotografías para ir componiendo año a año un collage en una de las paredes del santuario.

«Estas imágenes son exvotos, ofrendas que se hacen a la Virgen. En algunos casos se pedía para que alguien se curará de una enfermedad o se enviaba instantáneas para dar las gracias por algo», dice un vecino de Carrizo.

El presidente de la vecinal de Carrizo de la Ribera, José Antonio Llamas, señala que los vecinos de la localidad tienen mucha fe en la Virgen y por esto, se encomiendan a ella. «Actualmente -”comenta Llamas-”, la gente sigue enviado fotos de bautizos o de la primera comunión, para pedirle salud. O, simplemente, un exvoto para rogar a la Virgen suerte en un examen».

La ofrenda más antigua que se encuentra en el santuario es un bordado del año 1893. «Se trata de un exvoto de una persona que padecía apendicitis y se curó. En la tela aparecen bordadas la letras de las iniciales», recuerda Llamas.

En la pared de la ermita también se encuentran colgadas retratos. «Cuando la gente no tenía cámaras, pedía a un pintor que hiciera un dibujo de la personas», explica un vecino de Carrizo.

Entre las fotografías más antiguas que están expuestas se encuentran imágenes de la Guerra Civil Española. Las familias colgaban estas imágenes para pedir a la Virgen que no ocurriera ninguna desgracia. También era muy común la ofrenda cuando los mozos iban a la mili y les destinaban a África o a Guinea.

En este gran cajón de los recuerdos se pueden encontrar joyas históricas como retratos del año 1954 del Grupo de Danza en honor de la Virgen o imágenes de la Segunda República, aunque algunas han sido retiradas por las familias ya que se trataban de las únicas instantáneas que poseían.