La derrota que dio el paso hacia la libertad

Era 14 de julio de 1808. Primeros días de la Guerra de la Independencia contra las tropas de Napoléon y los españoles reclaman voluntarios. La primera batalla de la Guerra está a punto de librarse. Era la batalla de Medina de Rioseco. Astorga preparaba su batallón para colaborar en la contienda. Un grupo de hombres, nobles, plebeyos y seminaristas forjaban su valor y solicitaba al corregidor de la ciudad que les prestara la bandera de Clavijo como estandarte. Cuenta la leyenda que esta enseña veló en la Reconquista. Los 800 de Clavijo, como se conoció a las tropas astorganas juró con su vida la defensa del pendón. Podían perder la batalla, pero jamás su bandera. El batallón, aunque vencido, volvió a Astorga con su estandarte, que a día de hoy preside el despacho de la alcaldesa.

14 de julio de 2011. Mismo lugar, Astorga. Un batallón de siete hombres para rememorar a quellos valientes de hace ya más de dos siglos. Un disparo al aire y paso lento para procesionar hasta la Puerta del Rey de la antigua muralla de Astorga, por donde salieron rumbo a la guerra los 800 de Clavijo. De nuevo el estandarte preside a las tropas y los maragatos del reloj del ayuntamiento anuncian que es hora de partir. Una procesión de curiosos acompaña a los siete astorganos que encarnan a sus antepasados para colocar en el lugar por donde salieron una corona de laurel en memoria de todos aquellos que ñucharon.

Último disparo al cielo que anuncia que la rememoración ha terminado, de nuevo paso corto para devolver el pendón de Clavijo a su lugar. Exactamente igual que hace 203 años.

La Guerra de la Independencia supuso el comienzo de la unidad de España, en buena parte gracias a la colaboración de los pueblos, ya que las grandes ciudades se rindieron al imperio. Así hoy los astorganos se sonrien al ser conscientes de que en su ciudad se fraguó una parte de de la unidad española. Disparo al cielo y así fue como el pueblo hizo historia.