La esencia de Ene.térmica

Vivir la visita a la antigua central térmica de la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP) con los cinco sentidos. Eso es lo que pretende conseguir la Fundación Ciudad de la Energía de la mano de un perfumista francés y antiguos trabajadores que durante estos días intentan recrear los olores originales más característicos de esta central que funcionó desde 1920 hasta 1971 en la capital del Bierzo.

Este proyecto consiste en trasladar de la forma más verídica posible los aromas derivados de la quema de carbón, el vapor y otros elementos que estaban presentes en el muelles de carbones, la sala de calderas y la nave de turbinas. Tres estancias a través de las cuales el visitante de Ene.térmica descubre cómo la antracita y la hulla se convertían en energía.

Todas estas sensaciones se trasladarán además a la cafetería, denominada «La Térmica», que ofrece ya a sus clientes una completa e innovadora carta gastronómica. Una oferta que se completa con clases de cocina solar y con talleres sobre los principios de la agricultura ecológica aplicada a los fogones.

Pero no sólo el turista puede oler, también es capaz de escuchar lo que allí ocurría gracias a los sonidos que nos recuerdan cómo sonaba el crepitar del carbón en las calderas, cómo los mecanismos de las turbinas giraban a causa de la fuerza que el vapor ejercía en sus mecanismos o incluso ser testigos de la llegada del tren Ponferrada-Villablino.

Pero todas estas sensaciones no hubieran podido trasladarse al visitante sin los recuerdos de los que allí trabajaban. Una memoria viva que puede verse, oírse y sentirse a través de 14 testimonios en vídeo que sirven de guía por las instalaciones de la antigua central de la Minero Siderúrgica de Ponferrada.

Una forma diferente de sentir cómo el esfuerzo y el ingenio de miles de personas durante medio siglo consiguió convertir a las comarcas del Bierzo y Laciana en una de las mayores productoras de carbón y energía de toda España.