Absuelto, por falta de pruebas, un padre condenado por abusos a su hija de 8 años
La ausencia de la prueba «más relevante» de una causa, el testimonio de la víctima en el juicio, ha sido suficiente para que un tribunal absuelva a un padre que fue condenado a prisión por abusar sexualmente de su hija menor.
La Audiencia Provincial de Valencia considera que la ausencia del testimonio hija, que en el juicio contaba con 8 años de edad, ha supuesto al tribunal la «imposibilidad» de evaluar la prueba esencial, lo que ha llevado a revocar la condena a dos años y medio de prisión y tres de alejamiento que le impuso el juzgado de lo penal número 2 de Valencia a su padre, de nombre Manuel. La sentencia se fundamentaba en testimonios de referencia practicados en el juicio oral, esto es, de la tía de la menor que la tiene en acogida y de diferentes especialistas en psiquiatría infantil, pediatría y ginecología.
El juez admitió estos testimonios de referencia como única base de las declaraciones inculpatorias, también para evitar los «perjuicios que a un niño de corta edad pueda ocasionarle la rememoración de unos hechos cuyo recuerdo pudiera serle más estigmatizante que la inicial agresión». Pese a ello, la sentencia absolutoria incide ahora en que ante dudas razonables siempre hay que resolver en favor del procesado. Y destaca uno de los informes forenses que resuelve que «no puede establecerse la existencia de abuso o agresión sexual», ya que la menor no los recuerda.
Una doctora añade que una de las lesiones genitales que presentaba, una infección bacteriana, es contagiosa, siendo habitual su transmisión a otros miembros de la familia o personas cercanas a través del contacto físico o sábanas, toallas y vestidos.
De todas estas afirmaciones, el tribunal deduce la existencia de una «potente duda» sobre el origen de la lesión de la niña. Ello, unido a la imposibilidad de evaluar «la prueba más relevante de la causa» —la declaración de la menor—, ha hecho que para el juez prevalezca la presunción de inocencia del acusado, el padre de la niña, Manuel.