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Cosas de aquí | Jardín del Cid

Qué difícil es echar raíces

El cedro de medio siglo del Parque del Cid, trasplantado para no dañar la cerca histórica, deja ver ahora sus hojas más amarillas que nunca

El cedro del Himalaya que adorna el Parque del Cid, ahora más lejos de la muralla.

Publicado por
C. COMPADRE | LEÓN
León

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El cedro del Parque del Cid permaneció más de medio siglo sin moverse de su sitio al lado de la muralla. Este árbol de alrededor de 50 años fue trasplantado el pasado 9 de febrero por el Ayuntamiento de León. El motivo fue la necesidad de preservación del monumento, ya que el ejemplar se encontraba a poco más de un metro de la cerca histórica.

La muralla nunca se vio dañada por el cedro de más de 25 metros de altura pero se temía que el desarrollo de sus grandes raíces pusiera en peligro la solidez de parte del muro histórico. El árbol, que ronda las 10 toneladas de peso, obligó a emplear una grúa para su trasplante a la zona en la que se encuentra ahora ubicado. Actualmente el árbol se sitúa en la zona centro del jardín, a unos 10 metros de donde se hallaba, de manera que el jardín no perdiera espacio verde y el cedro continuará con su larga vida. No obstante, parece que el ejemplar no se ha conservado como se esperaba. Este cedro deodara o cedro del Himalaya tiene un gran valor ornamental y de patrimonio natural, tal y como defendió el Ayuntamiento de León hace ya más de medio año, sin embargo, parece que las hojas no tienen el color que mostraban a principio de año.

Este tipo de árboles destaca por su gran porte y su copa en forma cónica, además de que presentan una distribución de las ramas inferiores muy próximas al suelo. Asimismo, cabe destacar que este gran árbol perenne de coníferas muestra sus hojas verdes todo el año. Así se observa en los demás ejemplares de esta especie en la Avenida de la Facultad y el Paseo de Papalaguinda, pero hoy sus hojas aciculares parecen estar amarilleándose. El traslado no fue tan bueno para el cedro como lo fue para muralla y puede que ahora el Jardín del Cid pierda uno de los grandes arbustos que contribuía al espacio verde que adornaba el monumento originario del siglo I.