CORNADA DE LOBO
Gafas-burka
Si de lo que se trata es de tapar la cara, muchas gafas de sol que lucen algunos y algunas por la calle cumplen la función del niqab que vela el rostro a las musulmanas, aunque al revés, pues estas dejan descubiertos los ojos (el texto veraz de la mirada), mientras que aquí es precisamente lo que ocultamos detrás de gafotas que parecen pantallas de cinemascope.
Qué curioso, allí las mujeres enseñan sólo ese trozo de alma que se nos escapa en la mirada... y a sus hombres no parece obsesionarles el querer verlas como aquí, resaltando la curva o atributos y sacando el género a la luz de la calle, que es nuestro escaparate. Así que aquí tenemos, gracias a Dios , otro paisaje de calles, otra soltura, otras mujeres que pueden tapar la mitad de su cara con gafas de hormiga atómica y, con ese airoso anonimato, caminar enseñando las bragas mientras se vuelven los peatones aplaudiendo con los párpados tanta carne liberada de malos hábitos y corsés.
Y si creíamos insuperables los modelos de gafas de Rappel, atenta la compañía a la ostentación y extravagancia que alumbrará esta industria que ya ha impuesto la moda de tener que comprar dos o tres pares de gafas para ponerlas a juego con la ropa... ¡pordiós, Cristiandiós!... Las nuevas gafas de sol serán modelos cada vez más gigantes y chillones, luciendo la marca como vallas publicitarias... lamentablemente, las tonterías de Lady Gagá (sus gafotas de tapacubos molan un cojón, tía) no quedan reducidas a sus conciertos o a su histriónica escenografía y ya sirven eficazmente para que hagan caja con ellas los que fabrican modas, zapatitos, trapos, esmaltes o pelucas...
Y ahora, la pregunta: Desde un credo feminista, ¿quién es más dueña de su dignidad como mujer: la musulmana que se cubre y no vende carne... o la occidental obligada a mostrar el material si pretende vender algo?... ¿quién será más libre de las dos?...
Con total certeza, ninguna.
Y la paranoia cínica: si en pueblos catalanes prohiben el velo moro en calles y espacios públicos alegando que impide identificarse, ¿no habría que hacer lo mismo con las teatreras y macarras de gafas inmesas que hacen imposible el reconocerles si no se las quitan?...