ACCIDENTE EN ANDALUCÍA
Recuperan los cadáveres de la familia sepultada por el derrumbe de una ladera en Almería
Otras tres personas fueron rescatadas con vida tras la caída de un talud de 20 metros
Miembros del cuerpo de bomberos y protección civil trasladan el cuerpo sin vida rescatado de una de las tres personas que habían quedado atrapadas en su vivienda-cueva tras el desprendimiento de un gran talud de tierra.
Los bomberos de Almería rescataban cerca de las dos de la madrugada el cadáver de la última persona sepultada por el desprendimiento de una ladera en Cuevas de Almanzora, un hombre de 52 años. Poco antes habían podido rescatar a sus dos hijos, de 21 y 25 años, que como su progenitor se vieron sorprendidos por el derrumbe cuando estaban en el interior de su casa durmiendo.
El accidente se produjo en torno a las 5,30 horas de la madrugada del viernes cuando un enorme talud de terreno arcilloso y de unos 20 metros de altura se desprendió sobre la barriada del Realengo, formada en su mayoría por casas-cueva. Los vecinos explican que la montaña presentaba grietas desde hace un tiempo, y las altas temperaturas unidas a la escasez de lluvias han podido provocar el resquebrajamiento.
El derrumbe afectó a una docena de casas, pero tuvo especial incidencia en dos de ellas. Una estaba ocupada en ese momento por los tres fallecidos, una mujer y otro de los hijos, que pudo salir por su propio pie tras estar "escarbando casi una hora como un perro". La mujer, por su parte, había quedado atrapada hasta la cintura por el corrimiento de tierra a la entrada de la vivienda, y fue localizada a las pocas horas gracias a los gritos de auxilio. Los bomberos tuvieron que abrir una estrecha galería para poder llegar hasta ella, que permanece hospitalizada en un hospital comarcal con varias fracturas en las piernas. En una vivienda colindante se encontraban otro joven de 25 años y la abuela de los fallecidos, que resultó ilesa.
Las máquinas excavadoras estuvieron todo el día intentando retirar las rocas caídas sobre las viviendas, aunque su enorme tamaño complicó las labores de rescate. Tampoco contribuyó el hecho de que el terreno estuviera inestable, y hubo que llevar maquinaria especial desde Murcia para evitar riesgos. En esos momentos, los vecinos de la zona aún esperaban que los tres hombres hubieran podido refugiarse en alguna oquedad de la cueva y continuaran vivos.
El alcalde de la localidad, Jesús Caicedo, ha explicado que se han decretado tres días de luto oficial en la localidad, mientras que los trabajadores municipales comenzarán ahora a evaluar las actuaciones que se realizarán en la barriada del Realengo. Media docena de familias han tenido que ser desalojadas, aunque han podido quedarse en casas de familiares.