La caja que arde

Hay una bruja entre León y Ponferrada que ha echado las cartas dieciocho veces seguidas ante cinco colegas del oficio echador que actuaron como notarios del fenómeno y en todas las ocasiones, en todas, la respuesta fue idéntica y habló el cartulaje por boca del destino con una misma profecía: a la vuelta de algunos años -ocho o quizá doce-, Zapatero volverá a presidir el gobierno de la nación llamado al efecto en una operación nacional de salvación convocada por todas las fuerzas políticas para eludir la situación de bancarrota que presentará entonces el país, la creciente conflictividad social y laboral que radicalizará la falta de empleo y los fallidos planes de estabilización en los que marrarán sucesivamente los gobiernos anteriores. Dice esa bruja, además, que entonces la figura de Zapatero será considerada al margen de los avatares y errores que precipitaron su desgracia política hasta colocar la opción socialista como perdedora sistemática en todas las convocatorias electorales hata ese momento.

Entonces, acentuada la incapacidad de los sucesivos gobiernos de Rajoy para corregir la deriva declinante de la economía española, se valorará de Zapatero la valentía política que mostró en su momento para optar por decisiones de ruptura y avance, internacionalmente reconocidas con el paso de los años como un alarde de progreso y adoptadas en su moimento por no pocos países, como lo fueron los matrimonios homosexuales, la ley de dependencia, la ampliación de los supuestos en el aborto, la ley antitabaco o la polémica y siempre inconclusa alianza de civilizaciones, medidas denostadas en su momento y salvadas de la quema que incendiará en los dos prósimos lustros el panorama internacional.

Naturalmente, la clientela y el crédito profesional de esta bruja han quedado reducidos a menos de la mitad tras hacerse pública su curiosa capacidad adivinatoria en este episodio.

Sin embargo, en una tirada final de cartas ante el respetable tribunal de echadores, los naipes hablaron de futuros más próximos: hoy, domingo 13, a Santos Llamas y a Paco Fernández comenzará a arderles la cabeza. ¿El asunto?... la Caja, claro... «la Caja en llamas».