CASO "MARTA DEL CASTILLO"
El fiscal, los padres y la defensa de Carcaño piden que aparezca el cuerpo
La madre y el tío de Marta del Castillo, Eva y Javier Casanueva, a su llegada hoy a la Audiencia de Sevilla, donde la Fiscalía ha mantenido su petición de 52 años de cárcel para el asesino confeso de la joven sevillana, Miguel Carcaño.
El fiscal, el abogado de los padres de Marta del Castillo e incluso la defensa del asesino confeso, Miguel Carcaño, han pedido hoy a los cuatro acusados que digan donde está el cuerpo de la joven y han apelado a su conciencia ante "el dolor, la angustia y el padecimiento" de la familia. En la fase de informes, la Fiscalía ha mantenido su petición de 52 años de cárcel para Carcaño y de entre cinco y ocho años para sus presuntos cómplices, y ha considerado demostrado que la joven fue violada dos veces y estrangulada con un cable, y que el traslado del cuerpo a un lugar desconocido se produjo a primera hora de la madrugada del 25 de enero de 2009. El fiscal Luis Martín Robredo ha sostenido que la sentencia del juzgado de Menores que absolvió al joven apodado el Cuco de la violación no es vinculante y ahora debe considerarse probado que la víctima fue violada por el menor y luego por Carcaño.
Pese a las ocho versiones que ha dado el asesino confeso, el fiscal ha afirmado que lo sucedido realmente fue lo que declaró el 17 de marzo de 2009, cuando confesó que ambos violaron a Marta, la amenazaron con una navaja que luego apareció en una alcantarilla y a continuación el entonces menor de edad la estranguló mientras Carcaño la sujetaba. El fiscal cree que en el traslado del cuerpo intervinieron el Cuco, Carcaño, su hermano Francisco Javier Delgado y el joven Samuel Benítez, y ha dicho que la novia de Delgado, cuyo ADN apareció en un rollo de esparadrapo, participó en la operación para envolver el cuerpo. Ha apelado a la "conciencia más íntima" de los acusados para que, en un "último acto de hombría de bien, aunque sea anónimamente" digan dónde está el cuerpo y pongan fin al "dolor, angustia y padecimientos" que se han visto en el rostro de los padres desde que comenzó el juicio.
Se ha basado en la "contundente" declaración del taxista que trasladó al hermano de Carcaño al piso de la calle León XIII donde murió Marta para asegurar que fue el "director de la operación" ante "tres jóvenes inexpertos y escasos de recursos, incapaces de urdir una trama tan perfecta para hacer desaparecer el cuerpo". La abogada de Carcaño, Paloma Pérez Sendino, únicamente ha aceptado tres años de cárcel por un homicidio imprudente, pues ha defendido que su cliente golpeó a Marta "una o dos veces" con un cenicero durante una discusión, versión que es la única avalada por las pruebas físicas y que, al ser la primera que hizo, "suele ser la más próxima a la realidad".
La letrada ha reconocido que la desaparición de Marta ha sido "un caso doloroso", y "moralmente reprobable la actitud obstructiva de los acusados" al no revelar el paradero del cadáver, aspecto del que ha reconocido que "nos puede repugnar".
Ha afirmado que la Policía "no llevó la investigación por los derroteros que debía", pues no detuvo a Carcaño hasta que tuvo los análisis de la sangre de Marta en su cazadora, y se ha opuesto explícitamente a la reclamación de que Carcaño pague los 616.319 euros que costó el "batiburrillo de búsquedas" del cuerpo en el Guadalquivir y en un vertedero. Tanto el fiscal como el abogado de los padres de Marta, José María Calero, han dado por buena la confesión de Carcaño el 17 de marzo de 2009, cuando dio tantos detalles sobre la "bestialidad" de la doble violación de Marta y el posterior estrangulamiento que eran "imposibles de inventar si no se habían vivido". Calero ha concretado el "apagón" de móviles de los acusados -cuando no emitieron ni recibieron llamadas- entre las 21.30 y 23 horas del 24 de enero y posteriormente entre la 1.30 y 4 de la madrugada siguiente, huso horario en el que han situado el traslado del cuerpo.
La Audiencia ha comenzado la sesión de hoy rechazando una decena de pruebas pedidas por la defensa de Delgado para rebatir al taxista que, sorpresivamente, reveló la semana pasada que lo trasladó a León XIII, pues el tribunal entiende que no pretenden aclarar los hechos sino "acreditar la verosimilitud del testigo". Junto a los datos ya pedidos para que el Ayuntamiento informe sobre el sentido del tráfico en esa calle, las obras en la acera o las tarifas de taxis en 2009, el abogado José Manuel Carrión había pedido hoy que se incorporase el vídeo de la reconstrucción de los hechos para demostrar que el taxista se equivocó al decir que los coches estaban aparcados en batería y fotos de su cliente en prensa en las que pudo basarse para identificarlo.