LEONESES POR EL MUNDO. ISLA REUNIÓN | RAQUEL ÁLVAREZ BULNES. FISIOTERAPEUTA
«Reunión es un Valdeón tropical»
«Esto es un paraíso, el único problema es que está muy lejos», dice Raquel Álvarez sobre la isla de Reunión, un departamento francés de naturaleza exuberante situado en pleno Oceáno Índico.
Raquel Álvarez Bulnes, valdeonesa de pro, vive en una isla paradisiaca que tiene un precio: 9.000 kilómetros de distancia. «Son once horas de vuelo hasta París, y luego de ahí a España, así que hazte una idea...», comenta. Para todo lo demás, la isla de Reunión, en pleno océano Índico y frente a la costa de Madagascar, le tiene enganchada. «¡Esto sí es calidad de vida!», sostiene.
«Para serte sincera, no sabía que Francia tuviera islas antes de llegar a París, hace ya casi seis años —explica Raquel Álvarez Bulnes—; pero poco a poco me fui cansando del metro y me entró el gusanillo de conocer esas islas. Primero fui a Guadaloupe, en el mar Caribe, las Antillas francesas, pero luego me hablaron de la Reunión (o Réunion), mucho más salvaje y montañosa, y aquí me planté».
Álvarez Bulnes trabaja como fisioterapeuta en una clínica local y, al menos por el momento, se muestra satisfecha con su vida cotidiana. Además, por su trabajo, tiene mucho trato con la población y ha llegado a conocerlos bien. «Aquí queda atrás la excesiva diplomacia francesa, la gente es más cercana y agradecida, no dudes que el que tenga aguacates en su jardín te los traerá y el que tenga plátanos, lo mismo». «Otra cosa que me sorprende es la humanidad, el respeto que hay entre la gente. En la Reunión hay mucha diversidad de religiones: hindúes, musulmanes, católicos, protestantes, judíos... ¡Y ningún tipo de discriminación!»
«A la Reunión la llaman ‘la isla intensa’, y con gran razón», recuerda esta montañesa. «Siempre hay algo por hacer, sales de trabajar y puedes irte a la playa a bucear y hacer todas las actividades que se te ocurran al aire libre. O, sin más, disfrutar de una bonita puesta de sol... Eso por no hablar de la diversidad de paisajes que te encuentras: desde unos montes inmensos (hay alturas de más de 3.000 metros), con volcán incluido, hasta bosques verdes allá donde alcanza la vista», indica.
Nadando con ballenas. En cuanto a la presencia de compatriotas en la isla, que tiene la misma categoría de ‘departamento’ (especie de provincia) que los de la Francia continental, Raquel Álvarez responde: «¡Vayas donde vayas, siempre hay una comunidad de españoles! Supongo que por estar tan lejos de casa se crean lazos entre la gente más rápido, o será que ya sin conocernos tenemos cosas en común», dice, añadiendo que se reúne periódicamente con otros residentes españoles. «Luego cada uno tiene su círculo, yo por ejemplo vivo en una casa con franceses, somos cinco, es algo así como una ‘pequena familia alternativa’». Y entre las vivencias que está viviendo en Reunión, esta joven dice quedarse con experiencias como aquella ocasión, durante una excursión en barco, en la que «nos topamos con un grupo de ballenas, así que no lo pensamos dos veces antes de coger gafas de buceo, tubo, ¡y a nadar con ellas! ¡fue indescriptible, de lo más bonito que he visto en mi vida!». «Otro sencillo placer consiste en llegar a casa, tengo la suerte de vivir justo al lado del mar, y es una gozada salir al jardín y oír las olas. Eso sí, esperemos que este año tampoco haya ciclones».
Por otro lado, Reunión también tiene ‘ambiente’ y, como dice Raquel, «es una isla bastante activa a nivel de conciertos, con el maloya y el séga , la música local, con muchas influencias de Madagascar. ¡Hasta he empezado a dar clases de danza africana! Lo recomiendo».
¿Se acuerda, esta joven fisioterapeuta, de Valdeón? «Claro que sí, son mis raíces, mi familia, y el rincón del mundo que elegiría. Nací y a los 12 días me llevaron a Valdeón, ¡cómo no voy a querer ese valle! Cuando éramos pequeños ahí estabamos los tres meses de verano; creciendo, jugando, cayéndonos, trasteando... Esas orquestas de verano, las caminatas a Vegabaño o a Collado Jermoso... Por mucho mundo que vea, ese será siempre mi ‘campamento base’. ¡Es más, la Reunión es un poco Valdeón pero en tropical!».