CORNADA DE LOBO
...de razonamiento
La actriz se lo pidió al manchego y éste, que prepara una película en inglés, se comprometió a darle un papel.
N o hay mal que por bien no venga ... la sabiduría popular escarmentada y aprendida lo tiene muy averiguado, pero ¿qué bienes han venido a buscar estos males?, ¿y qué bondades nos vendrán cuando se extingan ellos o nosotros?... (se apuntan algunas al final de estas líneas).
Se acabó lo que se daba . Es el lamento general. Nunca esa frase sonó tan irónica y cruel como ahora. Porque se daba; y cómo; a espuertas (toma, Urdangal, por tu jeta ducal). Tanto se daba, que a un chófer de la Junta andaluza le alcanzó para montar tres negocios, un gallinero brutal y gastarse otro tanto en coca y putas. Se daba tela blanca por la manga negra. Y lo que no se daba, se tomaba (coja otro poco, Urdangal, que nos aún queda ese costal)... y ¡Adentro, ratones, que todo lo blanco es harina! ...
Pues ahora ya no queda nada... ¿ná de ná, zeñorito?... ¡menos que ná! y toca poner porque habrá que tapar el agujero, así que dile a los criados y jornaleros que traigan sus cuatro ahorros y los tiren a mi pozo para invertirlos ahí salvando esta hacienda y sus empleos... lo que uzté diga, zeñó conde de Salvatienda, don Gaetano, zi zeñó... y hágaze una foto con er arcarde de Marinaleda y ezte paiza ar lao con la bandera republicana, verá uzté qué schulos zalimo en el Hola ... con eza bandera ar lao, la Caza de Arba demoztrará que ná tié que ver con la Caza Reá ni con el Urdangal... ¿no lo ve uzté azí, zeñó conde?...
¡A la mierda, albañiles... se acabó la masa! , decía mi tío Andrés si cortaba el juego sobrado de cartas. O sea, no hay cemento, se acabó el tabicar.
Esta es la buena noticia de una recesión: ya no queda mortero y tendrán que inventarse otro carajo muchos albañiles que albañileaban en los estaribeles y andamiajes de lo público (esos que se tapan con toldos pintureros para que no sea vea si detrás están arreglando el edificio o desvalijándolo).
Se acabó la masa, albañiles, pero lo bueno es que gracias a ello ya no se podrá hacer tanta obra descomunal e inútil, pabellones de caza y cuernos, arquitecturas «de autor», fuentes de colorines, esculturas epilépticas, galas, glamoures, folklores, eventos... Sólo resta que se cumpla una reciente y feliz errata de esta misma página y se rehabiliten las «cartillas de razonamiento» .