Sensaciones infinitas

Se llama mototerapia y su práctica reporta beneficios psicomotores y sociales a quien la practica. Treinta potentes motores rugieron ayer en San Cayetano. Esperaban unos «paquetes» muy especiales, el de personas con parálisis cerebral de Aspace. Padres, madres, cuidadores y moteros se esforzaron para que las personas afectadas por esta enfermedad experimentasen nuevas sensaciones, las que les ponen en contacto con el mundo exterior. «Las madres se sienten más madres al abrir a sus hijos un mundo de nuevas sensaciones que no conocían», asegura el presidente de Aspace, Juan José García Marcos.

Marcos aprovechó la actividad para ser reivindicativo. «Los niños y jóvenes con parálisis cerebral no tienen en León zonas de ocio adaptadas para ellos, ni parques, por eso estas actividades les aporta tantos beneficios».

Es la primera vez que Aspace cuenta con los Moteros Solidarios de León para hacer vivir nuevas experiencias a las personas a las que atiende, noventa en la provincia, aunque ayer fueron una treintena los que, aprovechando el buen tiempo, participaron, con cierto nerviosismo, en una experiencia única.

Las madres y los padres portaban a sus hijos en brazos, sobre las motos, que pese al rugido potente de los motores, trasladaron a los chicos con la suavidad propia de quien sabe que porta una carga muy valiosa, aunque los más atrevidos pedían más caña.

Los mayores iban sujetos con cintas, sonrientes al acariciar la brisa cálida de la mañana sus rostros.

La Asociación Moteros Solidarios tiene experiencia en esta terapia que transmite sensaciones de psicomotricidad y percepción y la participación que las personas discapacitadas no pueden hacer habitualmente.

Casi dos horas después, los chicos pedían más. Por eso, Aspace no descarta volver a solicitar la presencia de los moteros en otra ocasión. Las personas con parálisis cerebral participantes se mostraron ilusionadas y entregadas.