España, contra la pena de muerte y preocupada por los últimos datos
El Gobierno de España se ha reafirmado en su posición contraria a la pena de muerte y ha acogido con preocupación las cifras publicadas por Amnistía Internacional (AI) sobre ejecuciones en el 2011.
El pasado martes, AI denunció el alarmante número de ejecuciones durante 2011 en los escasos países donde aún se aplica la pena de muerte. Al terminar el 2011 había unas 18.750 personas condenadas a muerte y al menos 676 fueron ejecutadas en todo el mundo durante el pasado año, sin incluir los miles que AI cree que hubo en China, un país que mantiene esos datos en secreto, o en Irán.
Un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores destaca la preocupación de España por esas cifras y precisa que, aunque el número de países que la aplican se ha reducido en los últimos años, las ejecuciones en algunos han aumentado y, a menudo, con una alarmante falta de garantías. Para el Departamento, es «especialmente preocupante» la falta de transparencia de los países que más ejecuciones llevan a cabo.