Un suspenso a la educación
Los españoles creen que se exige poco a los estudiantes y que los centros no cuentan con los medios suficientes para proporcionar una educación de calidad.
A los españoles no les gusta el actual sistema educativo.Solo salvan de la quema a las universidades públicas pero, en general, consideran que hay que hacer muchos cambios para que los más jóvenes reciban los conocimientos y la formación adecuada.
Según la encuesta del Centro de Investigación Sociológica (CIS), solo el 34,1% de la población cree que el actual sistema es bueno o muy bueno, mientras que el 23,6% apunta a que es malo o muy malo y otro 38% se decanta por la opción equilibrada: regular. Eso sí, cuatro de cada diez está convencido de que la educación es peor que hace una década y tres de cada diez opinan lo contrario.
Aquellos que ven demasiados fallos en la educación española argumentaron sus respuestas en dos aspectos fundamentales: la falta de medios tanto materiales como humanos (22,1%) y la poca exigencia a los estudiantes (18,7%). A continuación se sitúa la desmotivación, tanto del profesorado (14,2%) como la de los alumnos (9,2%).
Propuestas
Y todos los encuestados mostraron también sus ideas para mejorar la situación de colegios e institutos: exigir más nivel de conocimiento (24,7%), fomentar la implicación de las familias en la educación de sus hijos (13,9%) y prestar una atención personal a cada alumno (12,3%).
La incorporación de las nuevas tecnologías, más clases de inglés y que los profesores tengan una mayor formación son otras de las herramientas que reclaman los ciudadanos.
En cuanto a la comparación entre los centros públicos y privados, los primeros no salen bien parados aunque son la primera elección para todas las etapas del aprendizaje con más de la mitad de apoyos. Por funcionamiento, los españoles creen que son casi iguales: 35,9% se decanta por lo público y un 38,8% por la enseñanza pública y concertada. Empero, el cambio surge en la percepción de la enseñanza.
Los encuestados creen que la privada es más eficaz, transmite más conocimientos, es exigente con los alumnos, mejora las posibilidades de conseguir empleo y forma de forma integral a los alumnos. Los centros públicos solo ganan en que reconocen el mérito a quien lo merece.
Las personas que respondieron al cuestionario del CIS focalizaron los problemas de la educación pública en los institutos. Más de un tercio cree que los servicios que ofrecen son nada o poco satisfactorios, mientras que la enseñanza en escuelas infantiles o colegios públicos supera con holgura la calificación de bastante satisfactoria.
No obstante, los españoles tienen claro que hay que mejorar de forma notable los servicios que ofrecen y cuáles son las áreas que hay que tocar: mayor número de centros y plazas, mejorar el nivel educativo y mejorar el comportamiento de los alumnos.
En este análisis, tampoco salen bien parados las administraciones que gestionan la educación.