La ciencia firma en femenino

Una maleta llena de sueños y empeño ha acompañado a Aída Sarmiento Castro en sus andanzas por el sur de Italia, México y ahora Inglaterra. Esta leonesa que nació hace 24 años no ha esperado que la suerte venga a buscarla, y esta capacidad de superación la sitúan a día de hoy elaborando una investigación relacionada con la quimioprevención del cáncer de pulmón en la Universidad de Leicester.

Antes de aterrizar en esta ciudad del centro de Inglaterra, nuestra leonesa, trabajó durante nueve meses en el departamento de Genética de Plantas de la Universidad de Warwick, una de las más importantes de Reino Unido. Su objetivo al llegar a Leamington Spa, su primera residencia inglesa, era aprender el idioma al 100%. De aquí el destino y una beca la condujeron a Leicester, donde asegura que su investigación y el máster sobre Patología Molecular y Toxicología están siendo muy duros. «Trabajo diez horas al día sin cobrar nada, pero tengo la sensación de que me servirá de mucho en el futuro».

Aída comenta que Leicester duplica el tamaño de León y allí ha hecho de punto de acogida para algunos amigos, también leoneses, que han ido a Inglaterra en busca de trabajo. «Comparto una casita con jardín con un italiano y una sueca, así que cuando el tiempo nos lo permite hacemos barbacoas para aprovechar que no vivimos en un apartamento», nos cuenta esta leonesa, que a pesar de empeñarse a fondo con su investigación también encuentra tiempo para divertirse, aunque según explica una de las cosas que más echa de menos es salir a tomar unas cañas cuando está oscureciendo y que las calles estén llenas de vida y ruido. «Aquí la gente es más fría y supongo que será a consecuencia del clima». Aída asegura que también extraña las espichas «y cómo no a mi perrita Suka, las croquetas de mi madre y la sopa de mi abuela». Una de las cosas que detesta nuestra leonesa del modo de vida inglés es que sólo tiene veinte minutos para comer y no puede dormir una mini-siesta antes de ponerse de nuevo manos a la obra, además «como apenas sé cocinar suelo prepararme un sandwich que acompaño con una bolsa de patatas fritas, ¡colesterolazo!», bromea. Sin embargo, la otra cara de la moneda se compensa con la educación de los ingleses, «te piden perdón incluso cuando tú los empujas a ellos».

Aída Sarmiento recuerda con cariño una de las visitas de sus padres, «ellos no saben nada de inglés y aunque acertaron a cambiar el billete de autobús porque el vuelo se adelantó, compraron aros de cebolla en vez de calamares en un supermercado».

«El acento no lo pierdo»

Nuestra leonesa asegura que el nivel de vida es muy caro, «sobre todo el transporte y la fruta, por ejemplo el autobús urbano cuesta cerca de 2,5 euros», pero a pesar de las dificultades se encuentra muy agusto. «Estoy aprendiendo mucho en el máster y también he mejorado mi nivel de inglés, aunque mis compañeros de clase a veces bromean por mi acento español, más concreto el leonés, que nunca acaba de borrarse».

Aída Sarmiento viene poco a León, aunque en su última escapada, antes de Semana Santa, aprovechó para conocer el balneario de Santa María del Páramo ya que sus padres tienen una casa allí.

La última noticia positiva para esta leonesa llegó hace pocos días, «me han ofrecido un contrato de tres meses para realizar un proyecto en la universidad donde estoy estudiando el máster». De modo que Aída prolongará su estancia en Inglaterra, «aunque en el futuro me gustaría volver a España porque la calidad de vida de nuestro país no se iguala con la de ningún otro sitio». Sin embargo, nuestra leonesa ve muy complicado trabajar en su tierra, León, pero la constante de su vida vuelve a repetirse y ante las adversidades asegura que saldrá de nuevo en busca de la suerte.