La infanta y sus hijos asisten al funeral por el padre de Urdangarín
Los restos mortales del padre del duque de Palma fueron incinerados el viernes.
La infanta Cristina y sus cuatro hijos asistieron ayer en Madrid en Vitoria al funeral de Juan María Urdangarin, que tuvo lugar en la Basílica de Armentia. La infanta llegó a Barajas en un vuelo directo desde Washington, que aterrizó en Madrid sobre las 08.00 horas con sus cuatro hijos: Juan, Pablo, Miguel e Irene. El funeral en la Basílica de San Prudencio es el único acto que la familia comunicó de forma pública, ya que el velatorio y la incineración se desarrollaron el pasado viernes en la más estricta intimidad.
Es la primera vez en diez meses que la hija menor de los Reyes de España trae a sus niños a los que mantiene al margen del revuelo mediático que la imputación de su marido ha provocado. Iñaki Urdangarin se encuentra en la capital alavesa desde el martes a donde se desplazó alertado por el empeoramiento de su padre. Durante los últimos meses las visitas del duque de Palma a su progenitor han sido habituales aunque se llevaron con la máxima discreción.
Los restos mortales del padre del duque de Palma fueron incinerados el viernes en Vitoria, donde la Reina acompañó durante varias horas a su yerno y a la familia de éste. La incineración se realizó pasadas las cuatro de la tarde en el tanatorio Laucirica de la capital alavesa, donde el duque de Palma, su hermano Mikel y su madre, Claire Liabert, permanecieron varias horas.
Doña Sofía acudió el viernes a la casa familiar de los Urdangarin junto a su hermana, Irene de Grecia, y la infanta Elena. Allí, comió junto a Iñaki Urdangarin y su familia. Juan María Urdangarin falleció este pasado jueves en su domicilio de Vitoria a los 79 años de edad, después de que se agravaran las dolencias que padecía. Juan María Urdangarin murió a los 79 años en su domicilio y con la compañía de Claire, su mujer, sus siete hijos, sus respectivas parejas y la mayoría de los veinticinco nietos. Aquejado de afasia arrastraba un historial clínico complicado con problemas respiratorios y arritmias.
Pese a la proyección pública de la familia y del propio fallecido, que fue presidente de la Caja Vital, los actos fúnebres de hoy han tenido un carácter muy privado y no han participado en ellos representantes del mundo de la política, la economía o la sociedad alavesa.