Viejo truco

Hace dos años, y a lo largo de dos meses, estuvo subiendo cada día una cuadrilla de obreros a la cresta roída de las Cercas, esa murallita medieval que nace en San Francisco y dobla en Barahona. Subían a limpiarla de « hierbajos y maleza» que crecían en una albarda de tierra que antaño colocó el lugareño sobre ese ancho paredón de morrillo desalmenado. Creo recordar que la obra se incluyó en la rebatina de apaños urgentes de aquel Plan-E que sacaron de la manga mágica para apagar el déficit con gasolina y proyectitos que aliviaran los primeros malos tragos de esta ruina.

Rogué entonces que dejaran un paño de aquella albarda vegetal por ser vieja solución de protección natural. Así se hizo siempre en León para preservar tapial o muro de la inclemencia. La cagué. No deseaban testigos; al cabo del tiempo podría saberse si para sanear la ruina de esas Cercas era mejor el método rústico o el abordado por los listos de las rehabilitaciones monumentales, método que consistió en rascarle toda cubierta vegetal y sellar la «obra» con abrasivos que operarios con mascarillas (qué miedo) fueron fumigando en todo el conjunto: química al bies. Ahí ya no crecería nada, pensaron.

Lo temí, pero la rebelión de los «hierbajos» se ha hecho belleza y victoria este año en esa cresta de la muralla. Crecen y crecen sin disponer de un gramo del viejo sustrato (admirable naturaleza), calan raíces en la mínima fisura entre morrillos y, ahora sí, esa raigambre, la lluvia y las heladas podrán ir quebrantando libremente la mampostería, que es al parecer lo que se pretendía evitar con la pasta boba invertida en este ingenioso ingenio.

Las preguntas vienen en fila: ¿qué método es mejor para salvar una tapia o muralla amenazada: el acreditado por la vieja paisanada rural o las técnicas nuevas y carísimas de los restauradores y empresas al canto?... ¿cuánta cosa fue necesaria y cuánta chungalí en aquella frenética afloración de proyectos del Plan-E ?... y si el objeto de aquellas obras no surtió su efecto o se realizaron mal, ¿cabe exigir cuentas y que devuelvan lo gastado o repitan lo mal hecho?... porque esto huele a viejo truco: las cosas mal hechas garantizan reparaciones y mantenimiento.