Gente de aquí | Polvo de hadas
Hechizos y sortilegios para conjurar la crisis
León inaugura Abracadabra, la cuarta escuela de magia que se abre en España, tras Madrid, Bilbao y Barcelona.
Dice Juan Mayoral que la magia es un arte que consiste en crear efectos imposibles, un desafío a las leyes de la naturaleza, a la lógica, una regresión en el tiempo donde el adulto recupera la infancia perdida... Con este espíritu nace Abracadabra, la primera escuela de magia de León y la cuarta en España detrás de Madrid, Bilbao y Barcelona. Junto a Huang Zheng, una de las grandes ilusionistas del mundo —ha actuado en los mejores teatros y ha sido galardonado que los premios mas prestigiosos—, Mayoral se embarca en una empresa que busca satisfacer una demanda creciente de muchos niños, jóvenes y adultos que han empezado a interesarse por la magia a raíz de su asistencia al Festival que cada año se celebra en Navidad.
La academia tendrá un doble enfoque. Por un lado ofrecerá clases de iniciación al mundo de la magia y, por otro lado, Huang Zheng ofrecerá clases magistrales a destacados profesionales para mejorar sus rutinas y aprender de las técnicas escénicas que ella ha estudiado desde la infancia.
Juan Mayoral destaca que se harán tres grupos: uno de edades comprendidas entre 5 y 10 años, otro entre 11 y 16 y un tercero para adultos. «Creo que hay un sector profesional, integrado por profesores, médicos, psicólogos o enfermeros en el que la magia puede producir una corriente de simpatía muy necesaria», explica Mayoral, que añade que el objetivo final no es ganar dinero. «Queremos transmitir a todos los que nos sigan la misma pasión que nosotros tenemos por la magia; no hay que ser profesional ni pretender vivir de esto, pero solamente practicar el ilusionismo como sano entretenimiento».
Juan Mayoral anuncia que este año el Festival Internacional de Magia tendrá lugar entre el 26 y el 30 de diciembre. «¿ Sorpresas? por supuesto, he contratado algo increíble que dejará a los leoneses boquiabiertos, pero no puedo decir mas de lo contrario no sería una sorpresa», dice con aire enigmático.