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Publicado por
GARCíA TRAPIELLO
León

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Ya está el capador encima de la gocha, dijo Sócrates Valdueza al ver preparado al podador sobre un río Bernesga marranete de caudal y últimamente algo escarolado en las orillas. Me lo pelan vivo. Le afeitarán toda la arboladura y matorral que le crece al lado (o en el centro, si se trata del ridículo «pantanín» de San Marcos), todo un fragor vegetal que disimula el crimen de la recta y del cateto (este río no anda a su aire, le hacen desfilar humillado)... todo un arbolado salvaje y rebelde que no requiere un solo gasto jardinero, siendo al fin y al cabo el único verde urbano que no cuesta.

¿Y?...

... pues que lo van a desollar...

... y además costará una morterada.

¿Las razones?...

... es «maleza», alimaña vegetal.

Vaya, ¿y a quién daña?...

... a la línea recta... y al traje presidiario que le han puesto a este río... quieren que se vea de lejos su cautiverio.

Ya, y ese azud pantanero, innecesario y recolector de porquería que tiene anegado un monumento histórico como el puente de San Marcos, ¿no hace daño?, ¿y no lo podarán también para que luzca ese puente su majestad sobre su lecho antiguo de morrillos?...

Ese azud pantanero lleva ya demasiados años pidiendo voladura; ni sirve ni beneficia ni tiene sentido... estorba... y su estanque pudre y se colmata de arrastres para que alguien siga ganando con drenajes cada dos por tres.

A volarlo de una vez.

Recaben informes, dígase la verdad... y dinamita al canto... que elija el Bernesga por qué ojos quiere colarse dando altura a pilastras y tajamares hoy inundados. Y en cuanto al arbolado que en los últimos años esporpolló su fronda, estúdiese algún indulto que estará más que justificado por la biología elemental y hasta por la hidráulica (su raigambre es grapa y malla que aseguran la orilla frágil de escollera).

Devuélvase, pues, a quien pase por este puente aquel paisaje fluvial que contemplaba y admiraba Jovellanos cuando, camino de Asturias, se alojaba en el conventazo de San Marcos... o seguirá cantando el coplero que hoy lo avista: Qué bonitos ojos tienes, puente de los peregrinos... si consiguiéramos verlos entre tantos desatinos.