«Lo mejor de aquí es la diversidad»

Aida Bardal es una aventurera que decidió tomar cartas en su propio destino y echarse el petate a la espalda. A sus 24 años, aceptó una beca en Londres para trabajar en una cadena española de restaurantes y organización de eventos. Compró los billetes, hizo la maleta y en menos de un mes puso el pie en la big city . «Siempre quise conocer Londres y al final la oportunidad se me presentó por medio de unas prácticas de empresa. Sólo había que aprovecharla así que no me lo pensé».

Los primeros días fueron los peores, aunque Bardal habla perfectamente el idioma, ya que estudió Filología Inglesa en la Universidad de León. «Pero hay que adaptarse a la ciudad y a su ritmo: encontrar piso, el transporte, las multitudes, los horarios. Ésta suele ser la parte más difícil de venirse aquí, porque la diferencia que hay entre la forma de vida de Londres y la de León es abismal y es difícil acostumbrarse».

Superada la fase de adaptación, las oportunidades siempre acaban apareciendo. La salida cada vez más masiva de españoles del país en busca de un empleo ha creado en el Reino Unido una auténtica colonia. Así que Aida Bardal no dejó de hablar español ni un día. «Es chocante la cantidad de españoles que viven en Londres. En el piso casi todos lo somos; y en la empresa, también. De hecho, una de las managers es de Cistierna».

Aida Bardal ha conocido a muchos emigrantes españoles con idéntica historia. «Todos vienen a buscar una oportunidad, sobre todo en lo relativo a lo laboral. La mayor parte de las personas que he conocido hasta ahora son gente joven que busca aquí una salida o intenta aprender inglés. Y sus experiencias te ayudan a solucionar las dificultades que se te presentan».

Las prácticas que le ofrecieron son tres meses de trabajo, por las que le pagan en total de 2.000 euros. «El dinero es el justo para vivir aquí, pagar la manutención, el piso y el transporte. Los alquileres más baratos suelen rondar los 500 euros y siempre hay que guardar algo para hacer turismo, visitar museos o para gastar en las tiendas de Covent Garden o en el Soho».

Lugar de oportunidades

Londres se ha ido convirtiendo en una «ciudad de las oportunidades» en versión europea, llena de movimiento y de vida; de cosas que hacer y de gente que conocer. «Lo que más me gusta es la diversidad y la gente que hay aquí, que viene de todos los rincones del mundo. Hay un montón de cosas que ver y que conocer: parques, museos, monumentos, festivales... Esta ciudad no te deja ponerte excusas para quedarte en casa».

Pero la ciudad también da sus reveses a los recién llegados. «Lo que menos me gusta de Londres es la prisa, todo el mundo corre hacia algún lado. Además es una sensación contagiosa porque puedes salir a pasear y de pronto te das cuenta de que vas corriendo, igual que los demás. Sientes que la masa te empuja», explica Aida al hablar de las cosas que echa de menos de su ciudad y en su nueva vida. «Lo que más añoro es a mi familia y a mis amigos, aunque también el ritmo de la vida en León. Cada vez que me paso cuarenta minutos en el metro recuerdo lo accesible que es León y lo fácil que es moverse allí, aunque sea andando».

Menos mal que los nuevos medios tecnológicos dan muchas más facilidades para mantener el contacto. «Aquí casi todos usamos el programa Skype, porque es lo más cómodo y barato, pero también hay algunas ofertas de telefonía además del whatssap, así que estoy enchufada al móvil todo el día».

La vida nocturna

La noche y la fiesta se quedan un poco de lado cuando se trabaja el fin de semana. Aún así Aida hace sus pinitos con las pintas de cerveza. «Aún me queda mucho por investigar de la vida nocturna de Londres, pero ya siento cierta preferencia por la zona de Candem o por cualquiera de los pubs que hay en la zona de Picadilly».