LEONESES POR EL MUNDO. CHILE | Álvaro García. Ingeniero de la edificación
«No tengo pensado volver»
Después de terminar sus estudios, trabajó unos años en España, pero con la llegada de la crisis tuvo que irse a Latinoamérica, probó suerte en Perú, pero prefirió Chile, donde vive y trabaja actualmente.
La crisis está pegando fuerte en España y sobre todo en el ámbito de la construcción. Por ello, este ingeniero, natural de Cistierna, decidió probar suerte en el continente americano. Álvaro García, de 29 años, lleva ya casi un año en Chile y cuenta que «es un país muy parecido a España». Allí trabaja en una «pequeña» empresa de unos 500 trabajadores, dedicada a la fabricación y montaje de estructuras metálicas. El 100% de los trabajos que realiza van destinados directa o indirectamente para empresas mineras. Según explica Álvaro, la minería es el sector que mueve el país. La ciudad donde vive se llama Vallenar, una pequeña población en el desierto de Atacama, al norte de Chile, donde se concentran la mayoría de las minas y empresas mineras del país.
La entidad para la que trabaja, Llorente Industrial S.A. fue fundada por otro leonés, Daniel Llorente González, también nacido en la montaña oriental, concretamente, en Sabero. Llorente, fallecido hace dos años, fue reconocido en el 2008 por el Colegio de Economistas de León como empresario español del año en el extranjero. «El perfil de Daniel Llorente representaba la constancia y el esfuerzo que definen a los grandes empresarios emigrantes españoles en Latinoamérica». Actualmente, es su hijo el que dirige la empresa donde trabaja Álvaro.
Daniel Llorente, antes de emigrar a Chile, compartió muchas horas en las minas de Sabero con el abuelo de Álvaro. «Casualidades de la vida», dice el leonés que no quedan solamente aquí, cada día conoce más españoles viviendo en Chile. Hace un tiempo se encontró con otro joven leonés, natural de Lois, que estaba buscando trabajo en Chile. Sus amigos chilenos comentan con ironía que «les estamos intentando colonizar otra vez».
Condiciones laborales
Este país es el más desarrollado de Sudamérica y con mucha diferencia sobre el segundo mejor colocado. El de Cistierna cree que es un destino ideal para los españoles, no solamente por tener el mismo idioma; los chilenos «tienen una gran similitud con nosotros en muchos aspectos». En cuanto al trabajo, las condiciones cada vez son mejores y a pesar de que el salario mínimo allí ronda los 300 euros al cambio, muy poca gente gana tan poco. Para gente con profesiones como ingenieros de minas, geólogos u otras titulaciones similares el sueldo es bastante superior. Además, «encontrar trabajo es cuestión de días con este tipo de titulaciones».
Vallenar, la ciudad donde reside Álvaro, es practicamente una «ciudad dormitorio» para los trabajadores de las empresas mineras. No es un lugar turístico, «apenas tiene nada que visitar» y está lejos de la capital, Santiago de Chile, a casi 700 kilómetros, pero el leonés asegura sentirse muy agusto allí.
Antes de llegar a Chile, Álvaro probó suerte en Perú, estuvo mes y medio en este país intentando buscar trabajo, hizo varias entrevistas y está seguro de que si hubiera estado un poco más de tiempo allí, hubiese encontrado trabajo, ya que la oferta laboral es muy amplia, al igual que en Chile, pero nunca acabó de tener conexión con el país peruano. «Es un lugar menos desarrollado que Chile y la cultura es muy diferente a la nuestra», narra Álvaro. El tiempo tampoco acompaña, Lima, su capital, es una ciudad «muy gris». Una cultura peruana demasiado diferente y su clima «gris y triste», entre otras razones, animaron a Álvaro a tomar la decisión de dejar Perú e irse a Chile. A pesar de todo esto, Perú es otro de los países de Sudamérica, junto a Brasil, que está creciendo muy rápido económicamente y en los próximos años «va a mejorar mucho», dice Álvaro.
Anima a los jóvenes desempleados de España a «ampliar sus fronteras y salir a buscar trabajo a otros países». Él quiere seguir allí por muchos años, por lo menos hasta que la situación en España se «calme» y mejore un poco, afirma Álvaro.