Muy personal
Daniel nació y creció en Olleros de Sabero, un pequeño pueblo de la montaña leonesa. Hijo, nieto y hermano de mineros, él decidió encauzar su vida hacia el mundo de la peluquería. «Mi pueblo es precioso, rodeado de montañas y con un hayedo impresionante. Cada vez que voy por León procuro hacer un viaje a Olleros. Tengo allí buenos amigos.»
La nostalgia leonesa de este ollerense se compensa con la felicidad que siente al estar en una ciudad de contrastes como es Londres.
Allí está feliz ya que es donde ha vivido las experiencias más enriquecedoras de su vida. Incluso hizo sus pinitos como modelo. «Cuando estaba en el grupo de baile había gente que hacia de modelo y alguna vez me llevaron con ellos a los casting y siempre nos cogían. La sesión de fotos más importante fue en una revista de tirada nacional y cuando se la mandé a mi madre me pregunto: ¿Pero tu eres peluquero, bailarín o modelo? En Londres puedes ser las tres cosas casi sin querer.»
Después de tantos años viviendo en Londres, Daniel añora la comida leonesa. «Cada vez que voy a León aprovecho para comer los productos de esta tierra. Aquí siempre como fuera de casa, hay mucha variedad, pero todavía noto los alimentos con un sabor totalmente distinto.»