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LEONESES POR EL MUNDO. LONDRES | Rut García Álvarez. Pintora de cine y televisión

«Echo de menos el acento leonés»

En septiembre del 2010, cansada de hacer siempre lo mismo, se fue con su pareja a recorrer mundo. A la hora de volver decidieron hacer una parada en Londres donde ya llevan un año y medio.

Rut y su pareja, Víctor, en un parque por el que salen a patinar.

Publicado por
Inés Santos | León
León

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Rut García residía en Madrid junto a su pareja cuando se cansó de vivir en una ciudad que no le aportaba lo que necesitaba y buscó un futuro fuera de España. «No nos gustaba lo que se nos venía encima y nos fuimos a recorrer mundo». Pero a la hora de volver, la crisis económica no había mejorado y «nos dio pereza», reconoce esta leonesa nacida en Villamañán. Por esto, decidieron quedarse en Londres y buscar una oportunidad en una ciudad llena de españoles. Pensó que la capital británica era el mejor sitio para «cazar oportunidades tardías».

Un año y medio después, se encuentra trabajando en el cine, «soy pintora de ficticios, decorados, esculturas... lo que me echen». Pero se siente afortunada, «al ser freelance, hago un poco lo que quiero», asegura Rut. Este trabajo tiene sus ventajas e inconvenientes, y es que «de repente tengo mucho tiempo libre sin saber hasta cuando», pero Rut sabe qué hacer en esos días de menos trabajo.

Le encanta perderse en bici por los diferentes barrios de la ciudad cuando el tiempo acompaña, «lo cual es poco común» asegura. Nunca se cansa de estos paseos Rut cuenta como cada barrio es un mundo y de «una calle a otra puedes sentir kilómetros de separación». Cuando el tiempo no acompaña la joven leonesa disfruta de sus días libres en casa y aprovecha un rincón de su salón para «experimentar y ensuciarme un poco», explica. Los días que trabaja, no tiene tiempo para nada, «pasan vertiginosamente», asegura.

Sin prisa para volver

La hora de volver a casa no llegará pronto. La joven leonesa afirma que volvería mañana «si fuera por mi, pero no podemos, vivimos buscando un futuro mejor». La situación económica en España no se lo permite, además Rut insiste en que «regresar ahora sería tirar por la borda todo el esfuerzo del último año».

Y, aunque reconoce que esta ciudad «me atraía mucho más cuando venía de visita» de momento no tienen ninguna prisa por dejarla. A Rut le encanta vivir en Babel, es un barrio que «tiene de todo y de todos los lados», lo compara con el madrileño barrio de Lavapiés «pero a lo bestia». Lo que tiene claro es que no le gustaría quedarse siempre en Londres. Asegura que es «muy difícil elegir una ciudad en la que vivir para siempre, creo que es demasiado tiempo».

Además de su barrio le encanta el carácter de los ingleses, y sobre todo esa «capacidad inagotable de decirte que algo les gusta si creen que lo estás haciendo bien», añade. El trabajo se hace más ameno si alguien lo valora y ésta es una virtud de la que, para Rut, disfrutan los ingleses.

Le encanta la arquitectura que ve por las calles, «los ladrillos, las chimeneas de Mary Poppins y los parques en cada esquina». Asegura que por eso vive feliz en la capital. Pero también disfruta de la «inagotable oferta de ocio para casi todos los bolsillos», señala la leonesa.

Pero como todas las ciudades y los cambios a los que no estamos acostumbrados también hay cosas de las que no disfruta en Londres. Y más que cosas que no le gusten Rut asegura que no se acostumbra a los precios del trasporte público, «es carísimo y salir de copas resulta prohibitivo».

Amigos españoles

En la capital británica hay muchos inmigrantes, entre ellos muchos españoles. «La mayoría de mis conocidos son de España, no tengo amigos ingleses».

Gracias a los contactos que mantiene con los españoles se siente más cerca de su tierra. Aún así echa de menos a su gente, pero también el clima. Rut resume todo lo que eche en falta diciendo que «echo de menos un modo de vivir diferente al que tengo aquí». Extraña su pueblo, Villamañán, al cual vuelve siempre que puede ya que dice que «huele a recuerdos». Lo que más añora en Londres es «el acento leonés» y la felicidad de las gentes de su tierra.