Un final de verano

Tuve un sueño de los que empiezan a lo bobo y acaban en barullo o pesadilla. Era una fiesta retro y era un barrio de alemanes de Palma de Mallorca. En la tarima de los músicos cantaba Gelu , aquella artista de los 60 que trufaba sus canciones con trinos y grititos de frívola insoportable. Pero no era Gelu , pues se daba la vuelta y se convertía en Angela Merkel, ostitú, ella misma. Al pie, sentados en una mesa con lamparita de cabaret, Rajoy y De Guindos alzaban ostentóreamente cada poco sus copas y le hacían brindis y bravos a la cancillera que cantaba «Cuando llegue septiembre»... gracioso e inquietante el cuadro... y la letra:

Cuando llegue septiembre todo será maravilloso... cuando llegue septiembre se ocultará la luz más pronto... Y la noche sin final será el encanto de septiembre para mí, porque así más tiempo habrá de oscuridad, de intimidad, de estar muy solos. .. Rajoy y De Guindos se miraron poniéndose caras de «cuidadín con esa intimidad, que ésta tía nos roba la poca inocencia que no tenemos»... Acabó la alemana y subieron ellos al escenario con camisa blanca y jersey rojo de pico (de pijo, osá) poniéndose dinámicos y a dúo: El final del verano llegó y tú partirás. Yo no sé hasta cuándo este amor recordarás. Pero sé que en mis brazos yo te tuve ayer, eso sí que nunca yo olvidaré... dime, dime, dime, dime amor, dime, dime que es verdad lo que sientes en tu corazón si es amor en realidad... nunca, nunca, nunca, nunca más sentiré tanta emoción como cuando te conocí y el verano nos unió.

La Merkel puso mohín pudoroso, morrito de fresa, remarcó un poco más su escote y con un guiño de zorra usurera les dijo anda, pedidme un rescate entero, zalameros ... dudaron... y cuando se dispusieron a ello, les paró en seco: como pidáis un rescate os capo (lo dijo hace días tiesa la tía en la tele, aconsejando por las buenas a Italia y a España que no pidan el rescate ni en broma... ¿quién la entiende?).

Y como, aún así, se empeñaron en pedirlo, no es difícil averiguar cómo terminó aquello: salieron tres corpulentos sajones armados con capadora... y Mario Monti y los dos españoles tuvieron que volverse a casa con el rabo ¡entre las manos!... qué horror, qué vergüenza... ¿qué significará este sueño?...