CORNADA DE LOBO
La mala gente
Tiene este tiempo una patente de impunidad para todo imbécil, vil o cobarde que quiera atentar contra la fama de alguien: una pintada, una infamia en las redes, un video traicionero, cualquier bulo o patraña... Antes, estas cosas no llegaban más allá del barrio o del lugar, pero gracias a internet, hoy se difunden urbi et orbi al instante como si fueran bendición papal o un hostiazo estrepitoso.
Le ocurrió a esa concejala de Los Yébenes; le colgaron en la red un vídeo íntimo con muy mala baba y al día siguiente la España entera (la cañí y la ofisiá) se hacía bocas lanzando dardos o claveles... las mujeres, especialmente, se agitaron con apoyos masivos a la edil socialista (hasta Esperanza Aguirre le arrimó su solidaridad, coñó, ahí la tienes, muy manola ella) y las tuiteras golondrinearon el espacio digital con su adhesión y un lema muy solidario y explícito: «yomemasturbo».
Y todos con la concejala... menos en su pueblo toledano, que el jueves mandó a rapaces y paisanas a llamarla puta entrando al pleno del que retiró su dimisión tras decidir seguir en su escaño dando la cara, una cara de atractivo sereno y coraje que sin duda ha contribuído a la simpatía popular que despierta; no es cara de mala gente. Su dignidad y una catarata de apoyos y ánimo la comprometen y la animan a defender honor y plaza, dijo.
Pero el daño ya está hecho. Esa mujer ha saltado a la fama mediática como lo hizo el Eccemono de Borja... y su episodio lo tiene todo: sexo, política, futbolista, risas y venganzas... malo: esa pobre mujer ya está condenada hasta el final de sus días a sentir en la nuca miradas de piedra y susurros babosos a su espalda: mira, ahí va la que se grabó manoleando; y aún después de muerta seguirán repitiéndolo cada vez que venga su nombre a la charla (« hagas lo que hagas en la vida, al final te recordarán sólo por una anécdota », la peor).
Malos tiempos, mala gente... ¿y qué hacer si un cabrón desairado o corneao va rotulando por las calles de León el teléfono de la exnovia o enemiga?... y al lado explica: LLÁMAME para pasar un buen rato, soy una perra ... La fama ya no vale nada y hoy la pierden hasta los que tienen mucha (menos Pedrojota, y eso que su Exuperancia tenía más bulto).