Pastor de vientos

Tiene la jornada de hoy una cita ritual con la montaña de Luna y la Fiesta del Pastor que acampa a pie de presa en Barrios.

Pero si ya no quedan pastores, alegó uno... otro le enmendó: será que lo que no quedan son rebaños, que se fueron yendo a los Extremosduros de la política ganadera comunitaria... ¿y se queda esta sierra triste y oscura?... no, no se queda, lo está todo el año y año tras año, echado a perder el pasto excepcional de todos estos puertos que durante siglos engordaron rebaños, vacadas y yeguadas... o a ganaderos lejanos.

Hablamos anteayer de esta riqueza despilfarrada con Matías Llorente, que está que le llevan los demonios por los ganaderos y el ganado que cada año desaparecen y por todo el ganao que aparece repoblando la finca de sus exsocios socialistas a los que puso tabique y divorcio como quien dice «aquí murió el Tío los Nabos»... tiene claro que los nuevos han llegado con ganas brutas de desmontar o arrumbar todo lo que huela a Zapatero... por mala conciencia, seguramente.

Matías cree que sólo reactivando este campo leonés con todo lo que puede producir será como se salga de este barranco expoliado en el que se agazapa la economía cazurra... que vuelvan aradas y cuadras, que resurja el laboreo y el rebaño... porque está convencido de que la gente tendrá que volver a los pueblos donde sigue viva, aunque dormida, la solución del hambre en el surco fecundo que sólo aguarda a que lo trabajen... ¿no será esto siempre mejor que trabajarles el taller a los alemanes emigrando tan lejos?...

Me pongo en la mirada de los viejos pastores y rabadanes que hoy se citan en Barrios de Luna. No pueden entender que si en el siglo XVIII subían a estos puertos luniegos y babiecos más de doscientas mil merinas, hoy no lo hagan ni tres mil... ¿qué lobos les mordieron los cadriles o las asustaron tanto?... ¿qué políticos entendieron que para este pueblo panoli sería más productivo un palacio de congresos que una ganadería estable, mejor un polígono urbanizable que unos pastos aprovechados?...

Los viejos pastores pastorean hoy vientos, pero no tienen perros que los aten y nunca les traen respuestas.