Medio Ambiente revisará los envases y la caducidad de los alimentos para evitar su desperdicio antes de tiempo
El ministro de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, se ha comprometido en el Congreso a revisar los envases y la fecha de caducidad de los productos alimenticios para evitar su desperdicio antes de tiempo, "consciente de la difícil situación económica por la que atraviesan un gran número de familias en España".
Arias Cañete, en respuesta a una interpelación formulada por el diputado de Compromís-Equo, Joan Baldoví, ha manifestado así que esta medida forma parte de una estrategia para la reducción y valorización de los alimentos desechados, destinada a dar respuesta al impacto económico y social que se produce por el desperdicio de alimentos, y en la que trabaja Medio Ambiente de acuerdo con los mandatos del Parlamento europeo.
En concreto, en su informe de 30 de noviembre de 2011 la Cámara europea insta a la Comisión a la adopción de medidas urgentes para reducir a la mitad, en 2025, el derroche de alimentos y solicita a cada estado miembro la elaboración de un plan de acción para 2013.
Así, ha afirmado que Medio Ambiente está trabajando en la elaboración de una estadística para mejorar la eficiencia en la cadena alimentaria y así reducir el desperdicio de alimentos, en la mejora de los envases para evitar que vayan a la basura alimentos en perfectas condiciones y en el desarrollo de la solidaridad, que grandes superficies y otros eslabones de la cadena alimentaria lo sean, aunque a su juicio hay muchas que ya lo son, en el marco de la RSC.
Entre otras recomendaciones, el Parlamento europeo ve necesario un análisis detallado de las causas del desperdicio en cada fase de la cadena de producción, la necesidad de evitar la confusión en las normas del etiquetado en lo que se refiere a la calidad, para sacar del circuito lo estrictamente necesario y "no confundir".
Se esconde con precisión la magnitud del problema
En este sentido, Arias Cañete ha destacado que no se conoce con precisión la magnitud del problema en España, ya que las pérdidas se producen en distintos puntos de la cadena de valor y no hay constancia de estudios científicos rigurosos sobre este asunto.
Sin embargo, el ministro apunta que la mayor parte de los alimentos que se desperdician en los hogares y no en los supermercados. De hecho, ha puntualizado que, de las 89 millones de toneladas que se desperdician en Europa, ocho y nueve millones se producen en España; el 42 por ciento de los alimentos se tiran en los hogares; el 39 por ciento en las industrias, a veces por la legislación sanitaria que no permite su comercialización; el 14 por ciento en la restauración y sólo el 5 por ciento en las grandes superficies.
Arias Cañete avisa de que tampoco hay datos concretos sobre el destino que los operadores dan a los alimentos desechados y, por ello, dice que Medio Ambiente ha realizado una encuesta sobre la actitud de los consumidores y la gestión de los productos desechados, de la que se desprende que los distribuidores retiran un 5,6 por ciento de los productos por sobrepasar la fecha de caducidad.
En cuanto al destino de dichos productos, un 20,5 por ciento los entregan a bancos de alimentos u otras ONG y otros lo retornan a la industria de origen.
En el marco de políticas de innovación, se promoverá el desarrollo de nuevas tecnologías que favorezcan el aprovechamiento de los alimentos, la elaboración de guías de buenas prácticas, además de estimular la redistribución de alimentos desechados, no sólo en la distribución sino también en otros eslabones de la cadenas para mayor colaboración con bancos de alimentos.
Normativas en beneficio de las personas
Por su parte, el diputado de Compromís ha pedido que aprueben una normativa en beneficio de la gente, que mejore la eficiencia de la cadena alimentaria, que garantice un buen uso de los alimentos porque dice que "no se puede gobernar dándole la espalda a la gente", ya que muchas personas buscan comida en contenedores por las noches.
"Puede ser que gran parte de los alimentos se destruyan en los hogares. Debemos volver a sentir el mismo respeto que las personas mayores que recogen el pan del suelo y después se lo comen", ha defendido Baldoví, al mismo tiempo que ha puesto en valor el gran número de familias que, dada la actual situación económica de España, deben acudir a comedores sociales a por comida.
Según ha avisado el valenciano, una de las paradojas actuales es ver cómo muchas de las superficies comerciales dedicadas a la alimentación tiran a los contenedores toneladas de alimentos todavía aptos para el consumo, mientras que centenares de miles de familias tienen dificultades para llegar a final de mes.