Muy personal

En los cinco meses y medio que Borja Linage Álvarez lleva en Bloemfontein, capital del Estado Libre de Sudáfrica y trabajando como investigador en su universidad, ya le ha dado tiempo a echar de menos algunas de las costumbres leonesas.

Por un lado, confirma echar de menos los productos de León, «nuestros quesos, nuestras carnes, el botillo o el chorizo», ya que «aquí la comida rápida es muy barata y a pesar de la extraordinaria cantidad de frutas y verduras que tienen, la gente come muy mal».

Por otro lado, extraña «la libertad que tiene la provincia de León para visitar la naturaleza» ya que en su actual lugar de residencia «todo está cercado y es privado».

Tiene pensado quedarse en tierras africanas al menos los dos años de duración de su contrato, pero confiesa que en su mes de vacaciones, en invierno, «espero volver a pisar mi tierra y a pasar un invierno frío en León», ya que «aquí el invierno es muy duro, sólo son dos meses, pero las casas no disponen de calefacción y por las noches se alcanzan temperaturas de hasta cuatro grados bajo cero».