TRAS 48 HORAS SIN HUMO
Controlado el incendio de La Gomera 50 días después
La dirección de extinción del Cabildo de La Gomera ha dado por controlado este lunes, a las 22.00 horas, el incendio que se inició el pasado 4 de agosto.
Desde el 24 de agosto --día en el que el fuego fue declarado estabilizado-- se han realizado labores de perimetraje y enfriamiento y se ha procedido al establecimiento de líneas de control.
El fuego se da por controlado cuando han transcurrido más de 48 horas sin humo en las zonas perimetrales, especialmente en la zona de Los Gallos, y todas las líneas se encuentran frías.
Estas líneas manuales se desarrollaron, fundamentalmente, en la zona de la Cañada de Las Hayas, Barranco de Los Gallos, Laguna Grande, Fortaleza de Cherelepín, Contadero --Alto de Garajonay--, Pajaritos, Cumbres de Tajaqué, Zarcita y el entorno del Roque de Agando.
Todas las líneas de control fueron bastante seguras excepto la correspondiente al Barranco de Los Gallos que, debido a su gran pendiente, a los fuegos interiores de grandes ejemplares de haya y los fuegos de subsuelo, eran líneas inseguras que fueron precisas rehacer frecuentemente.
El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, ha manifestado que "se trata de una buena noticia ya que la extinción del incendio ha evolucionado, no obstante habrá que esperar a que se produzcan lluvias para que pueda ser totalmente extinguido".
Casi 3.000 hectáreas afectadas
La superficie afectada por el incendio es de 2.924 hectáreas del total de la isla --el ocho por ciento--, de las cuales 720 pertenecen al Parque Nacional de Garajonay, que se ha visto afectado el 18 por ciento de su superficie.
Desde el Cabildo, han asegurado que la gran biodiversidad y reserva de flora y fauna de la isla se sigue conservando.
La mayor extensión afectada corresponde a la vertiente sur del Parque Nacional, comprendida en su mayoría por fayal-brezal y pinar foráneo, donde se llevan realizando tareas de regeneración ecológica en los últimos 30 años intentando cambiar el citado pinar por otras especies arbóreas autóctonas. Por tanto, es la parte más joven del Parque Nacional.
La vertiente norte, donde se concentra la mayor extensión de laurisilva y monte verde, ha quedado prácticamente intacta, conservando en su integridad toda la humedad y los valores ecológicos que ofrecen la zona comprendida desde el caserío de Las Hayas hasta el Cedro pasando por Alto de Contadero y la Cubre de Tajaqué.
Los expertos consideran que tanto la zona de laurisilva afectada como el palmeral podrán recuperar, en un espacio de tiempo relativamente corto y de forma natural, su anterior estado por lo que las labores de recuperación se van a centrar sobre todo en zonas de menor valor ambiental en las que se van a acometer proyectos de reforestación.