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Publicado por
PEDRO TRAPIELLO
León

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Tiembla, majadero, que ya me pondré yo encima... si eres románico, vendré gótico... si gótico tú, renacentista yo... ¿que eres modernista?, pues yo abstracto...

Así, pisando y a codazos, viene la historia... y especialmente el Arte, donde matar al padre es precepto y está considerado, lógicamente, todo un arte.

Colean condenas y debates sobre ese joven artista ruso que entró hace días en la Tate Gallery de Londres y en la esquina de un mural de 1958 del norteamerticano Rothko (todo un genio de la mancha) garabateó con pintura de churretón su firma y mensaje: Vladimir Umanet, una potencial pieza de Amarillismo (movimiento artístico del que se dice fundador). Le detuvieron y ahora pilla su tiempo de gloria haciendo declaraciones desde lo alto del candelabro de Sofía Mazagatos al que le aupamos todos los que hablamos de él situándole en el mercado mediático, antesala necesaria del mercado del arte... mientras en algún viejo gramófono suena La Lupe y su bolero: Teatro, lo tuyo es puro teatro, falsedad bien ensayada, estudiado simulacro .

La gente de respeto condena la profanación perpetrada por este bobo de brocha, aunque en las redes habla también la razón demoledora de un nihilismo juvenil que jalea la extravagancia... o la mierda en colorines como genialidad y nuevo arte... muerte al padre, al profe, a la academia... ¡viva yo!... (todo esto es muy antiguo y aburre).

El tipo declaró al The Guardian que esta acción suya elevará, seguro, la cotización de una obra que hasta la semana pasada era otra más de otro museo más, tanto si deciden dejar su cagadita como borrarla... parece un otrotanto del Eccemono de Borja: el Cristo original era vulgar, siendo correcto y clásico, pero el espanto restaurado es único, original, una rareza con mucho eco internacional... todo esto lo valora mucho el mercado del arte... y la cotización de la mamarrachada de esa bendita paisana es hoy infinitamente superior a la del original, mal que les pese a las descendientas del pintor.

Rothko (en realidad era ruso) fue un día blasfemo con sus pinceles y su obra nueva nació insultando a la vieja. Era un sembrador de vientos... y los emergentes que hoy le insultan son tempestad.