Diario de León

Un cóctel mortal de exceso de aforo y de graves errores de organización

La empresa informó de 7.000 asistentes al Madrid Arena, pero se apunta a 20.000.

Un reportero toma imágenes del recinto Madrid Arena en el que se produjo la avalancha.

Un reportero toma imágenes del recinto Madrid Arena en el que se produjo la avalancha.

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MELCHOR SÁIZ-PARDO | MADRID
León

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No fue una fatalidad. No fue estampida momentánea de gente provocada por un petardo o una bengala. O al menos, no solo eso. La Policía Judicial, tras revisar los primeros vídeos de la tragedia del Madrid Arena, sostiene que la avalancha mortal que acabó con la vida de tres chicas y con dos heridas graves fue la suma de un aforo que desbordaba «ampliamente» la capacidad del recinto y de graves errores en una organización sobrepasada por la asistencia y que ni tan siquiera previó cómo controlar las riadas de jóvenes que entraban y salían en el momento cumbre de la velada, la actuación del ‘dj’ Steve Aoki.

La seguridad en la macrofiesta de música electrónica de Halloween fue tan deficitaria que incluso el personal no logró evitar que gente sin entrada se colara en el ‘Thriller Music Park’.

El inicio de la investigación del Grupo V de Homicidios de Madrid ha sido el análisis de las 1.350 horas de grabación de las 90 cámaras de seguridad con las que cuenta el Madrid Arena. Según la Policía, la avalancha mortal comenzó sobre las 3.30 horas, media hora antes de la versión que sostiene el Ayuntamiento y los organizadores. Fue en el momento justo en el que se paró la música porque iba a comenzar la sesión de Aoki. Los investigadores aseguran que, en ese instante, varios centenares de personas, que hasta entonces estaban fuera del recinto, de ‘botellón’, irrumpieron en la fiesta en cuestión de unos pocos minutos para ver al afamado ‘dj’. La Policía sospecha que muchas de esas personas lograron colarse aprovechando la confusión. La seguridad del recinto, al menos en ese momento, no pudo contener la avalancha y, ni mucho menos, controlar los tickets —se cree que pudo haber entradas falsificadas— o revisar las mochilas.

Según se ve en las imágenes, la riada de gente trató de dirigirse directamente a la pista central, abarrotadísima para entonces. La estimaciones basadas en las grabaciones apuntan a que en ese espacio habría unas cuatro personas por metro cuadrado, una proporción considerada por los expertos de por sí «muy peligrosa», ya que lo aconsejable es un máximo de dos por metro cuadrado.

Sin restricciones

La Policía Judicial ya ha constatado que los organizadores en ningún momento restringieron el acceso a esa pista central para evitar el más que evidente exceso de aforo del área y que no se dividió a los asistentes por zonas, como es preceptivo en estos eventos multitudinarios. Todos los asistentes se podían mover por donde querían y casi todos querían estar lo más cerca posible de Aoki. Y ahí se gestó la tragedia. Los centenares de recién llegados intentaron dirigirse a la pista. Otros centenares de jóvenes decidieron bajar para bailar. Y otra multitud, agobiada, trató de salir por el mismo vomitorio subterráneo en el que también desembocaban dos de los accesos principales de entradas a la zona del escenario. El choque de las tres riadas, justo en la zona de escaleras, cogió de lleno a las cinco chicas fallecidas y heridas. Por ahora, la investigación no ha aclarado si los otros ocho vomitorios que dan acceso a la pista central estaban cerrados.

La empresa organizadora del evento, DivierTT, comunicó al Ayuntamiento de Madrid, dueño del Madrid Arena, que ‘el Thriller Music Park’ solo congregaría a «aproximadamente» 7.000 personas. Esas cifras contrastan, no obstante, la confesión en Antena 3 de un miembro de la organización que afirma que se vendieron 20.000 entradas y que las 9.650 que asegura el vicealcalde solo se referían a ventas por Internet.

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