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Gente de aquí | El sí quiero en exclusiva

La boda-búnker

Isabel Preysler y su familia preservan de filtraciones el enlace matrimonial de Julio José, al que acudieron los tres maridos de la ‘reina’ del papel couché.

Julio José Iglesias y su novia, la modelo belga Charisse Verhaert, se besan en su despedida de solteros.

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agencias | madrid
León

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Ni una sola filtración. La localidad madrileña de la Aldea del Fresno se vio completamente cercada el sábado por la tarde para celebrar una de las bodas más especiales de este año. Una boda cerrada a cal y canto para los medios de comunicación, que sólo pudieron ver desde el borde de la carretera pasar los coches de algunos invitados a su llegada a la finca. Y es que el segundo de los hijos de Julio Iglesias e Isabel Preysler, Julio José, se casaba, lo que bien merece una exclusiva.

Especialmente porque en la celebración, Isabel Preysler se reunió por primera vez con los tres hombres con los que ha estado casada: Julio Iglesias, Carlos Falcó y Miguel Boyer.

El clan casi al completo. Sólo una ausencia: Enrique. El hermano del novio apuntó motivos de trabajo para no acudir a la boda aunque son muchos los medios que aseguran que su ausencia se debe más bien a problemas de afinidad con su padre.

Pero, ausencias aparte, en una tarde oscura que amenazó lluvia, Julio José, tras siete años de relación con la modela belga Charisse Verhaert, por fin se decidía a pasar por el altar en una ceremonia muy restringida con la presencia de 70 invitados.

El escenario del enlace fue la espectacular propiedad palaciega de Carlos Falcó, marqués de Griñón y padre de Tamara además de padrastro del novio durante los años que estuvo casado con Isabel Preysler.

Sin Miranda

Julio Iglesias, quien acudió sin su mujer Miranda y los cinco hijos que ha tenido con ella, fue uno de los primeros invitados en llegar. Se le vio entrando en el interior de un automóvil sobre las seis de la tarde. Media hora después lo hacía su ex mujer, Isabel Preysler, que acudía acompañada de su marido Miguel Boyer, quien gracias a las intensas sesiones de rehabilitación consiguió asistir al enlace. De los hermanos solo entró conduciendo su coche Ana Boyer. El padre Ángel fue el único invitado que bajó la ventanilla de su coche para saludar a la prensa.

Sorprendentemente, Charisse llegó a las 15.30, media hora antes que su pareja, invirtiendo la norma no escrita de que la novia debe de ser la última en llegar. Iba en un Mercedes blanco. Julio José lo hizo 40 minutos más tarde en un todo terreno de color verde.

La novia lucía un diseño de inspiración romántica creado especialmente para ella por el modisto Manuel Mota, director creativo de Pronovias, firma que amadrina Tamara Falcó. Pero el secreto de su vestido quedará guardado hasta que previsiblemnete la revista Hola publique esta semana la gran exclusiva. Un reportaje protegido celosamente por la familia al completo, que habría motivado la invitación de un número tan pequeño de familiares y amigos más íntimos y de la total confianza del clan Preysler.

Todo quedó en familia. Fue Tamara la encargada de organizar el evento nupcial con la ayuda de Susana Uribarri, manager de Julio José y de la propia Tamara Falcó.

Un recinto engalanado con los colores del otoño en las cepas de los viñedos aledaños y en los plátanos al pie del camino de tierra de la entrada, custodiada por un servicio de seguridad privada. El salón donde se celebró el convite se vistió con tonos grises y morados acordes con los adornos florales en colores lilas y rosas.

Tras la tradicional cena, los invitados pudieron disfrutar de un animado baile que se prolongó hasta altas horas de la madrugada. El resto, lo contará una exclusiva.

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