DÉCIMO ANIVERSARIO DEL DESASTRE
El capitán detectó corrosión en el Prestige meses antes del siniestro
Durante el juicio por la catástrofe marítima, el capitán del petrolero 'Prestige', Apostolos Mangouras, ha admitido que detectó "corrosión" en los tanques de lastre cuando asumió el relevo del barco dos meses antes del siniestro que provocó la marea negra. En el día del desastre, del que se cumple el décimo aniversario, Mangouras ha señalado que las olas que había "cubrían el buque como si fuese un submarino". En el juicio por el siniestro marítimo del 'Prestige', que provocó el vertido de unas 60.000 toneladas de fuel, se ha reanudado con la declaración de Mangouras, que ha asegurado que, a pesar de la citada "corrosión", descartó que hubiese "ningún tipo de rotura".
No obstante, Mangouras, que se enfrenta a una petición de 12 años de cárcel por daños contra el medio ambiente y desobediencia, no ha concretado por qué no alude a esta corrosión en un informe firmado por él, el 30 de octubre de 2002, en el que certificaba que "no hay defecto" en los tanques y que están "en buenas condiciones".
Asimismo, ha contestado a las preguntas del fiscal Álvaro García Ortiz asegurando que no estaba "capacitado" para determinar el grado de corrosión que podían tener los tanques, y ha indicado que él no participaba en las revisiones del barco. "No tenía nada que ver conmigo", ha recalcado Mangouras, quien, preguntado por qué en una de ellas el inspector no supervisó los tanques, el capitán ha admitido que éste "tenía que verlos", pero que no le pidieron que los vaciase para poder inspeccionarlos.
Del medio centenar de abogados personados en la causa, el capitán sólo ha aceptado contestar al Ministerio Público, a la Abogacía del Estado y de la defensa, así como a los letrados de las entidades consideradas responsables civiles, la aseguradora London Steam-Ship Owners Mutual Insurance Association Limited y el Fondo Internacional de Indemnización de daños por la contaminación de hidrocarburos (Fidac). Para ello, ha alegado su "edad avanzada", 77 años.
Por otra parte, ha contestado varias veces con un "no recuerdo" a las preguntas del fiscal, al ser interpelado sobre cuestiones como un fax, en el que, según el Ministerio Público, se advertía de tener "especial cuidado" en la comprobación del casco del buque.
También, ha recalcado que es "normal" que en este tipo de buques "los tanques de lastre sufran mucho", aunque ha indicado que no detectaron "daños".
Mangouras sí ha confirmado que no leyó, antes de asumir el control del barco, el libro de navegación del anterior capitán en el que, según la Fiscalía, se advertía de la existencia de deficiencias en el barco.
Sobre la tripulación, ha negado que no tuviera los "certificados adecuados" para navegar, mientras que ha replicado que "no recordaba" si había tripulantes que cobraban sueldos por debajo de los 300 euros.
Mangouras ha mostrado entereza durante el interrogatorio, excepto cuando, refiriéndose al accidente, ha recordado a su familia y a las del resto de la tripulación. Así, en alusión al momento en el que el 'Ría de Vigo' le traslada que todo está preparado para el remolque, se ha emocionado y ha empezado a llorar.
"Les dije, espere un momento, porque el buque lo ven por la tele nuestras familias", ha indicado Mangouras quien, sin poder terminar, ha pedido "perdón" al tribunal cuyo presidente, José Luis Pía, ha optado por hacer un receso de diez minutos. Asimismo, Pía ha confirmado que el juicio se reanudará este miércoles 14, pese a la convocatoria de huelga general.
El Prestige era "un féretro flotante"
Posteriormente, se ha reanudado el interrogatorio en el que ha cuestionado la decisión de alejar el barco de la costa gallega. "La peor de las posibles. De hecho, asegura que el rumbo que se fijó para el barco, cuando se comprobó que no podía remolcarse, era "el peor" de los posibles
Nos llevaban en un féretro flotante a ahogarnos", ha resumido, después de afirmar que se dio cuenta de que los llevaban hacia el "océano" en lugar de a un "puerto refugio".
Sobre el mismo día del accidente, ha confirmado que fue él quien dio el aviso de emergencia, pero que la comunicación posterior la hizo el primer oficial, Ireneo Maloto porque él estaba "intentando detectar el problema", en alusión a la avería en el barco que ha atribuido a una "rotura exterior" entre dos tanques de lastre.
Además, ha señalado que las olas que había "cubrían el buque como si fuese un submarino". Preguntado por el fiscal por qué no sostuvo la "teoría de la ola inmensa" en su declaración policial ni judicial y si lo hizo con posterioridad en el Parlamento europeo, ha señalado que estuvo "72 horas sin dormir, sin comer". "Al salir de la cárcel, hay cosas que se me habían escapado", ha añadido.
Colaboración con las autoridades
Mientras, ha negado que no colaborasen con las autoridades españolas o desobedeciesen sus instrucciones, al ser preguntado sobre los intentos de remolque. "Me trataron como un criminal", ha sentenciado tras pasar 83 días en la cárcel.
"Nosotros contribuimos con todo lo que hemos podido", ha dicho, indicando que necesitaba "autorización" del armador para el remolque, debido a su coste. "No me dijeron que el 'Ría de Vigo' iba a remolcarlo sin coste, si me hubieran dicho que el remolque era gratis les hubiera dicho que sí". No obstante, ha cuestionado que este fuese posible "con una escora de 25 a 30 grados" del barco.
Además, ha atribuido el retraso en las comunicaciones con el Centro de Salvamento de Fisterra a que no había "nadie" en el puente porque, en su caso, estaban intentando saber "qué había pasado". Así, ha responsabilizado del accidente a "una rotura exterior por la propia escora" del barco, en concreto, "entre los tanques dos y tres", ha precisado.
Sobre la operación de "lastrado", el capitán ha dicho que se hizo para "reequilibrar" el barco y "recuperar" la escora. "La decisión fue nuestra", ha señalado en referencia a él mismo, el primer oficial y el jefe de máquinas, lo mismo que ha indicado sobre su decisión de permanecer en el buque.
Por otra parte, sobre la carga que vertía el barco, ha indicado que "por la gran cantidad de agua que se introdujo en los tanques, el aire no tenía en otra salida", y ha atribuido a esta circunstancia el que saliese "mucha cantidad de carga".
Protesta de Greenpeace
Durante la celebración del juicio, activistas de Greenpeace han desplegado una pancarta, en la fachada del recinto ferial ExpoCoruña, con las fotos del exdelegado del Gobierno en Galicia y actual director de la Policía Nacional y Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa; el ministro de Agricultura, Alimentación y Medioambiente Miguel Arias Cañete; los exministro de Fomento y Medio Ambiente, Francisco Álvarez Cascos y Jaume Matas y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
En concreto, cuatro activistas se han subido a la parte superior del recinto ferial 'y, desde allí, han desplegado una pancarta, de 12 metros por seis metros, en la que se leía "¿Dónde están los responsables?. Evitemos el petróleo. Evitemos a los irresponsables".
En un comunicado, Greenpeace sostiene que la marea negra que afectó a casi 2.000 kilómetros de la costa española "fue debida, además de a las carencias en la responsabilidad en el transporte marítimo que, hoy en día, siguen protegiendo los intereses de la industria petrolera, a los fallos y negligencias institucionales a la hora de tomar decisiones".
"Rajoy, Cascos, Cañete y Matas son irresponsables frente a la catástrofe del 'Prestige' porque no les podemos exigir responsabilidad y actuaron con falta de previsión", señala la responsable de la campaña Energía de Greenpeace, Raquel Montón.