España perderá el 10% de sus habitantes en 40 años

De mantenerse la dinámica demográfica de la actualidad, la población española empezará decrecer en el año 2013 y al cabo de cuatro décadas, para el año 2052, se habrá reducido un 10,2%, según las previsiones hechas públicas por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Las tendencias a más corto plazo son claras: si del 2002 al 2012 la población española aumentó un 12,8 %, se espera que en los próximos 10 años descienda un 2,5%.

Concretamente, la población pasará de 46,1 millones de habitantes en la actualidad (2012) a 45 millones en el 2022. El descenso seguirá hasta 43,7 millones  (2032), 42,7 millones (2042) y 41,5 millones (2052). El retroceso, siempre según las proyecciones del INE, será una consecuencia de un crecimiento natural negativo (más defunciones que nacimientos), con independencia de las grandes incertidumbres en materia de inmigración. Curiosamente, se espera que aumente la tasa de fecundidad desde 1,24 hijos por mujeres de la actualidad hasta 1,56 hijos en el 2052.

Aunque las proyecciones por comunidades autónomas no llegan hasta el 2052, la tendencia demográfica muestra que en la próxima década todas perderán población a excepción de Baleares, Canarias, Murcia y Andalucía, así como las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. 

En cuanto a los flujos migratorios, en los próximos 10 años España recibirá unos 3,9 millones de inmigrantes y 16,7 millones en 40 años. Eso sí, a diferencia de lo que ahora sucede, la mayor parte de la inmigración procederá de la Unión Europea (4,9 millones). En cuanto a la emigración, la pérdida progresiva de población en las edades adultas jóvenes tendría como consecuencia que el flujo de salida de personas al extranjero se fuera reduciendo lentamente en el tiempo. No obstante, la prolongación de la propensión actual a emigrar al extranjero llevaría a que 5,2 millones de personas abandonarían España en los próximos 10 años y que en los próximos 40 emigrarían unos 18,1 millones.

Los mayores crecimientos de población se concentrarían en las edades avanzadas. Concretamente, en el 2052 el grupo de edad de mayores de 64 años se incrementaría en 7,2 millones de personas (un 89%) y pasaría a constituir el 37% de la población total de España. Por el contrario, España perdería 9,9 millones de personas de edades comprendidas entre 16 a 64 años (un 32%) y casi dos millones en el grupo de población de 0 a 15 años (un 26%).

El INE calcula que, de mantenerse los ritmos actuales, la esperanza de vida alcanzaría los 86,9 años en los varones y los 90,7 años en las mujeres en el 2052, lo que supone un incremento de casi ocho años y de seis años, respectivamente, con respecto a la cifra actual.

Con todo ello, en el 2022 la tasa de dependencia se elevaría hasta el 58%, es decir, por cada 10 personas en edad de trabajar, en ese año habría en España casi seis potencialmente inactivas (con menos de 16 años o más de 64). En 40 años, dicha tasa de dependencia se elevaría al 99%, lo que quiere decir que por cada persona en edad de trabajar prácticamente habría otra que no estaría en edad de hacerlo.