El Papa tiene mula y buey

El Portal de Belén a tamaño natural instalado por el Vaticano en el centro de la plaza de San Pedro tiene, como es tradición, las figuras del buey y el asno, los dos animales por antonomasia que la iconografía cristiana siempre ha colocado en el lugar donde nació Jesús. Y eso pese a que el Papa ha decretado que las dos figuras emblemáticas no estuvieron en el nacimiento del Niño Jesús.

El Belén, que este año está ambientado en los Sassi (casas excavadas en la roca) de Matera, ciudad de la región sureña italiana de Basilicata, fue presentado en el Vaticano por el secretario general del Governatorato (gobierno que gestiona el pequeño estado), Giuseppe Sciacca, que confirmó la presencia del buey y el asno, así como de las ovejas, que tampoco faltan en los belenes. El hecho de que Benedicto XVI recordara en su reciente libro La infancia de Jesús que en el Evangelio «no se habla de animales» en «el lugar donde nació Jesús», ha dado pie a todo tipo de interpretaciones. Y eso que el mismo Papa en el libro agrega que tratándose de un pesebre, «el lugar donde comen los animales», la iconografía cristiana captó muy pronto ese motivo y «colmó esa laguna». Así que el Vaticano se ha decantado por no expulsar a la mula y el buey.

El regalo del Portal por parte de la región de Basilicata ha permitido al Vaticano ahorrarse su coste después de que un arzobispo denunciara que en anteriores navidades el montaje del nacimiento llegó a suponer 550.000 euros. Este año ha costado 90.000 euros, pagados por empresas italianas. El Vaticano sólo abonará 21.800 euros, el coste de la mano de obra de los empleados vaticanos.

El actual nuncio de la Santa Sede en Estados Unidos y ex secretario general del Governatorato, el arzobispo Carlo María Viganó, denunció en varias cartas enviadas al papa la «corrupción y mala gestión» en la administración vaticana. En una misiva, reveló que la Fábrica de San Pedro, que se encarga del mantenimiento de los edificios vaticanos, presentó una cuenta «astronómica», de 550.000 euros, por la construcción del portal de Belén colocado en la plaza de San Pedro en 2009. Estas misivas aparecen en el libro Sua Santita , del italiano Gianluigi Nuzzi, que desató el escándalo Vatileaks del robo y filtración de documentos reservados del Pontífice y de la Santa Sede y acabó con el juicio y condena del mayordomo de Benedicto XVI.

Junto al portal se ha colocado el tradicional abeto, que este año ha regalado la región sureña italiana de Molise, vecina de Basilicata. El abeto mide 24 metros de alto.