El empresario del Madrid Arena evita la prisión tras pagar 200.000 euros
Flores asegura al juez que las urnas fueron manipuladas para introducir más entradas.
Sin pasaporte pero de nuevo en la calle y en tiempo récord. Miguel Ángel Flores quedó en libertad ayer por la tarde después de reunir en apenas una hora y cincuenta minutos los 200.000 euros de fianza que exigió el juez del caso Madrid Arena para eludir la prisión y no dormir por segunda noche consecutiva en los calabozos
El magistrado Eduardo López Palop, con el apoyo de la Fiscalía, y a pesar de las pruebas que apuntan a que el organizador de la fiesta del Madrid Arena en la que murieron cinco jóvenes preparaba su huida a Sudamérica, se negó a atender la petición de las familias de las fallecidas para que enviara a la cárcel de forma incondicional al dueño de Diviertt, acusado de cinco homicidios imprudentes y un delito de seguridad colectiva.
El juez se limitó a aceptar la petición de medidas cautelares de la Fiscalía: fianza, retirada del pasaporte y comparecencia los días 8 y 23 de cada mes ante el juzgado.
Flores, detenido a última hora de la mañana del jueves por efectivos del Grupo V de Homicidios, compareció ante López Palop para negar de manera tajante las dos principales acusaciones que le podían llevar a prisión. Rechazó que que pretendiera huir y desmintió que esté obstaculizando la investigación de la tragedia de la noche de Halloween. Según la policía, el empresario pretendía abandonar el país en los próximos días para no volver con destino a Panamá, con la excusa de que su empresa organiza un macrofiesta de fin de año en ese país centroamericano. Los investigadores y las acusaciones sostienen que en las últimas semanas ha desviado gran cantidad de su patrimonio a negocios en América Latina.
Flores reconoció que efectivamente organiza fiestas en América Latina, que tiene dos familiares en Costa Rica y es dueño en Ecuador de una discoteca con capacidad para un millar de personas, pero negó que pensara escapar en ningún momento. También dijo, como sostiene la acusación de Manos Limpias, que es mentira que cuente con pasaportes de otras nacionalidades, además de la española.
El principal imputado del caso Madrid Arena también negó que intentara ocultar las entradas recogidas a las puertas del recinto la fatídica noche y cuyo recuento reveló que en el interior del local había, al menos 16.791, cuando él aseguró que su empresa vendió solo 9.650 cuando el aforo máximo del pabellón era de 10.600 personas. A pesar de las grabaciones hechas públicas esta semana en las que se ve al dueño de Diviertt supervisando el traslado de las urnas a un edificio anexo con las entradas horas después de que la cinco chicas murieran aplastadas. Es más, el imputado llegó a denunciar una suerte de conspiración para implicarle. Aseguró ante el juez que en las famosas urnas se introdujeron posteriormente entradas que Diviertt jamás vendió, incluso vales para copas, a pesar de que algunas estaban precintadas y otras tenían candados.