CORNADA DE LOBO
Divorciaje
Tunos y tunantes son armas nobles que deberían ocupar uno de los cuarteles del escudo moral de esta España mía, esta España nuestra, mi dolida España... ¡viva Ex-paña!... todo un cuartel para ellos... sería una plaza en propiedad, pues ya gobiernan al resto de cuarteles desde hace siglos... tunos y tunantes son dos valores ancestrales que simbolizan, respectivamente, la alegría festiva de la calle española y el arte antiguo de las trampas en el tapete del negocio o en la política... tunos y tunantes vienen a ser, en fin, la juerga perpetua y la mangancia, precisamente las dos virtudes con las que nos afea y nos acusa la Merkel a los países mediterráneos... ¡asuquiqui, shiquiya!... ¿esprejen sí portugué?, ¿volei perculare un greco?, ¿parlé vu galego o bable?... ay, fía, véote doble.
La Europa norte anda en ganas locas de divorciarse de la del sur, pide separación de tálamos y bienes... rómpase la baraja y el euro, que Grecia, Portugal y España lastran al dirigible Zeppelin... y que patrulle sus costas el acorazado Otto von Bismarck... es tiempo de descomposición... en Inglaterra ganará el «no a Europa» y en Escocia el «no a Inglaterra»... vaya lío, qué cascada.
Parece que después de tanto «maridaje», llega el «divorciaje»... y es moda también. En la mesa y en la política nos cansamos ya de tanto maridar, ese arte de mezclar sabores para confundirlos colando de matute género malo... «maridaje, caca», camarero... pónganos usted la lechuga divorciada, ¡divorciaje, silvuplé!, y las granadas, nueces y quesos me los guarde usted para su momento, el postre, ¿vale?... y haga lo mismo con la olla podrida (pote- pourrí) de nuestra política, potaje de maridajes donde los haya... métale ahí también divorciaje y que vaya la sopa boba por un lado y los chorizos y morcillas por otro, pues de rancios que son, joden el guiso... y a tunos y tunantes me les pone usted de rondalla.
A todo esto, ¿qué le ha pedido España a los Reyes?... pues ¡otros reyes!... si se encargan varios, hacen descuento... para La Zarzuela, unos sin yernos... y para los reinos de las Vascongadas y els Paisos Catalans, otra parejita regia, que es viejo sueño, aunque aquí serán reyes con yernos gudaris, con príncipes orioles y con vals de las mariposas.