Los diferentes puntos de vista dejaron sin hablar a varios prelados

La vivacidad de la discusión entre los cardenales, prueba del contraste entre los distintos puntos de vista que están chocando antes del cónclave, incluso a la hora de fijar su inicio antes o después, se ha mantenido hasta el final. Es más, la necesidad de cerrar las reuniones ante el arranque de la elección establecido para hoy dejó sin poder hablar a muchos de ellos. En la última congregación general de ayer se comprimieron 28 intervenciones, frente a las 15 ó 20 de media de las anteriores, y como reconoció el portavoz vaticano, Federico Lombardi, al final hubo «una lista bastante larga» de cardenales que se quedó sin poder tomar la palabra. «Algunos habrían deseado seguir hablando o tener una sesión más larga, pero la congregación ha votado por no seguir con otra reunión por la tarde y ha preferido concluirlas», explicó.

Es curioso comprobar que al final se han celebrado dos congregaciones menos que en el cónclave de 2005, cuando las tensiones y polémicas eran casi inexistentes. En total se han registrado 161 intervenciones, un número muy alto en un colegio de cardenales de 207 miembros, incluidos los mayores de 80 años que no participan en el cónclave pero sí en estas reuniones previas.

Otro detalle interesante de la congregación de ayer es que, pese a ser la última en vísperas del cónclave, se dedicó en parte a una intervención del secretario de Estado, el discutido Tarcisio Bertone, para presentar un informe sobre la situación del IOR, el banco vaticano. Que hasta el último día se hable de ello, y con una comparecencia del ‘número dos’ de la Santa Sede, se interpreta que no ha sido un tema menor de discusión.