Los cardenales buscan a un Pontífice preparado para afrontar el siglo XXI
Los purpurados procederán hoy a la primera y única votación del día del cónclave.
En el centro, el cardenal de Boston, Sean O’Malley, mientras oficiaba una misa ayer.
Ya quedan pocas horas para que los cardenales se enclaustren mañana para celebrar el cónclave en el que saldrá elegido el Pontífice que tendrá que encarar los retos de la Iglesia católica en la segunda década del siglo XXI. Los príncipes de la Iglesia buscan a un hombre enérgico, de sólida formación, políglota, relativamente joven, con una capacidad pastoral probada y con arrestos para acometer la reforma de la Curia. Cuando los cardenales se adentren en la Capilla Sixtina para designar al ocupante del trono de Pedro, a las 16.30 horas, entonarán el ‘Veni Creator Spiritus’, con que el pedirán el auxilio del Espíritu Santo para que les ilumine con miras a afrontar la decisión correcta.
En esta ocasión no existen favoritos claros. Los expertos han citado mucho el nombre del cardenal brasileño Odilo Scherer, de 63 años. También emergen con fuerza el arzobispo de Milán, Angelo Scola, de 72 años; el estadounidense Timothy Dollan, titular de archidiócesis de Nueva York, y el canadiense Marc Ouellet. Hoy, antes de que se internen en la Capilla Sixtina, los cardenales concelebrarán a las diez de la mañana en la basílica de San Pedro la misa votiva ‘Pro eligendo Pontífice’. Después del juramento de guardar secreto sobre las deliberaciones, se pronunciará el ‘extra omnes’ (fuera todos), palabras con las que el maestro de ceremonias ordena salir a todas las personas ajenas al ritual. Tras escuchar la meditación del cardenal Prosper Grech, los purpurados procederán a la primera y única votación del primer día de cónclave. A partir de mañana, los cardenales votarán dos veces por la mañana y dos veces por la tarde. Si no se alcanza un acuerdo, para lo cual se necesitan dos tercios de los votos, las papeletas se quemarán en una estufa instalada en la misma capilla y la chimenea desprenderá humo negro. En caso de que el resultado sea positivo, habrá fumata blanca.
Desde que se atisba la fumata blanca hasta la proclamación por parte del cardenal protodiácono (actualmente el francés Jean-Louis Tauran) desde el balcón del Palacio Apostólico, transcurren cerca de 40 minutos, el tiempo durante el cual el elegido ha de asumir la nueva responsabilidad y vestirse con la sotana blanca.