La DGT prioriza en su nueva campaña la seguridad de los niños en el coche
Cada año mueren cuarenta pequeños en accidentes de tráfico en España.
Los sistemas de retención infantil evitan muchos problemas a los niños.
La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene entre sus prioridades la seguridad de los menores a bordo de los vehículos. Los accidentes de tráfico son la primera causa de muerte entre los niños mayores de cuatro años. Estos siniestros se cobran la vida de alrededor de 40 pequeños, mientras que otros 2.900 resultan heridos cada año en España. El 40% de ellos no llevaba puesto ningún sistema de retención infantil.
Según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), en el 2011, de los 18 fallecidos que viajaban en coche de 0 a 14 años, siete iban sin ningún dispositivo de retención. A la vista de estos datos María Seguí lamentó ayer que «desafortunadamente todavía tenemos demasiados niños que fallecen por no ir en silla o por no ir de la forma adecuada».
Seguí se refirió a la reforma del Reglamento de Circulación que establece que los menores que viajen en sillitas de los grupos 0, 0+ y I (aproximadamente hasta los 18 kilos), lo hagan en sentido contrario a la marcha con dos condicionantes: que el dispositivo lo permita y que el niño tenga menos de 4 años. La Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 de la DGT tiene entre sus objetivos: «Ningún niño fallecido en accidente de tráfico por no ir correctamente sentado en una silla adecuada a su peso, talla y edad».
Sentido inverso
Los expertos coinciden en el beneficio de llevar al niño en el sentido inverso de la marcha. «Las fuerzas que se registran en caso de impacto se distribuyen por todo el cuerpo y no se concentran en la zona del cuello», como ocurre cuando viaja mirando hacia delante, según explica el jefe de la Unidad de Coordinación de la Investigación de la DGT, Juan Carlos González. Esto es debido al tamaño de la cabeza de los menores respecto al cuerpo, que sustenta un cuello cuyas vértebras y músculos están por desarrollar. En un adulto la cabeza representa el 6% de su peso, mientras que en un pequeño llega al 25%.
Según los datos recabados en los partes de accidente, las lesiones más frecuentes entre los niños de 0 a 2 años están en el cuello, mientras que entre los 2 y 4 años se localizan en la cabeza y entre los 4 y los 10 años pasan al abdomen. A estas dramáticas evidencias se suma que al ir sentado en el sentido contrario a la marcha se reduce en un 75% el riesgo de sufrir lesiones, según un estudio del Race y Cybex, en colaboración con la DGT. Para ello se realizó dos impactos (o crash test) a 64 km/h con dos sillas del grupo I (de 9 hasta 18 kilos) homologadas, en las que se colocó un ‘dummy’ de 18 meses, sentado en una sillita retención infantil homologada a la derecha en la parte trasera.
En el impacto con el niño sentado en el sentido de la marcha, la cabeza se desplaza hacia delante tirando del cuello, sometiendo a éste a una gran tensión. Esto puede estirar la médula espinal y el cráneo puede quedar desvinculado, pudiendo ocasionar la parálisis o muerte del niño.