Uno de cada tres accidentes laborales mortales se producen por el tráfico
El uso del teléfono móvil o el exceso de velocidad son algunas de las causas.
Uno de cada tres accidentes laborales mortales se producen por el tráfico, según destaca la Confederación Nacional de Autoescuelas (Cnae) con motivo de la celebración del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo este domingo.
Según datos del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, en el año 2010 264 accidentes laborales mortales (35%) fueron accidentes de tráfico. De ellos, 165 tuvieron lugar ‘in itinere’ (el 63%), es decir, cuando el trabajador se dirigía a su lugar de trabajo o volvía a casa, y 99 en misión (el 37%), o sea, durante la jornada laboral.
En el 2012, la Cnae y Fesvial elaboraron un estudio para conocer la opinión de los conductores españoles sobre la seguridad vial laboral. De él se desprende que el vehículo privado es el medio de transporte más utilizado, dado que un 65% de los trabajadores acude a sus centros de trabajo por este medio. Además, el vehículo privado también es una herramienta de trabajo para el 26% de los trabajadores. Del total de encuestados, más de 800 personas, tan solo el 12% afirmó haber recibido información o formación en su empresa sobre seguridad vial laboral.
Factores
Por este motivo, la Cnae destaca que los principales factores de riesgo para el trabajador son los siguientes: no mantener la distancia de seguridad con el vehículo que va delante, con el consiguiente riesgo de colisión en caso de frenada brusca; utilizar el teléfono móvil durante la conducción, lo que está terminantemente prohibido; beber alcohol antes de conducir, que está tipificado como delito penal en caso de rebasar los límites.
A ellos hay que añadir circular con exceso de velocidad; fumar mientras se conduce, lo que ocasiona distracción con independencia de que no esté expresamente prohibida por el Reglamento General de Circulación; conducir con una sola mano, rutina provoca que muchos conductores acaben teniendo una mano ‘inútil’ cuando se necesita para realizar un giro rápido; circular sin cinturón de seguridad; realizar maniobras sin cumplir las pautas básicas de seguridad al volante (retrovisor – señal – maniobra); no utilizar el casco al circular en un vehículo de dos ruedas, incluidas las bicicletas en zonas interurbanas; utilización incorrecta del alumbrado y no señalizar adecuadamente las averías.
Además, otro de los errores comunes que cometen muchos automovilistas es pensar que, si se conducen poco, duran más. La mecánica y las piezas del coche —o motocicleta— desde las cubiertas a la tapa de la culata se echan a perder si no funcionan con cierta regularidad. Esto se traduce en averías que, en muchos casos, pueden ser más graves que las que el vehículo sufriría si se utilizase todos los días en un trayecto de unos 20 kilómetros.