Cosas de aquí | El regreso a la fuerza de viejos oficios
Salvados por las ovejas
Esquilar ovejas y burros se convierte en un oficio para sacar de la penuria a familias españolas. En tres meses se pueden ganar hasta 15.000 euros.
Los esquiladores de burros y los motiladores de ovejas fueron el gran atractivo de la Feria de Ganado de mayo celebrada en Ciudad Rodrigo ante cientos de curiosos.
Los profesionales que se dedican a esquilar a las ovejas reconocen que desde hace cinco o seis años cada vez son más los españoles en paro que hacen este oficio de temporada ya que mucha gente que antaño renunció a este tipo de trabajo vuelve ahora para ganar algo de dinero.
En la feria se ofrecieron demostraciones de cómo esquilar a las ovejas, un trabajo en el que las cuadrillas comienzan por Andalucía, suben por las cabañas de ovino de Extremadura y acaban la temporada en Castilla y León.
Es muy duro, reconocen los esquiladores, pero en cuatro meses se pueden sacar un sueldo de unos 15.000 euros a pesar de la fuerte competencia, sobre todo por cuadrillas de extranjeros, la mayoría de países del este que son contratados por empresas españolas.
Tomás Cid, de 80 años, también exhibió el arte del esquileo de los burros a la antigua usanza, con la única ayuda de unas tijeras bien afiladas.
Destacaron los pollinos de raza aszal zamorano-leonesa además de mulos, caballos o las ovejas merinas negras, que están en peligro de extinción.
Los ganaderos de burros reconocen que el mercado cada vez está más decaído, debido a la escasa demanda, ya que se trata de un animal que en el campo ya no tiene oficio alguno. Los dueños de estos animales reconocen que los burros buenos de raza aszal pueden valer ahora en torno a unos 900 euros cuando hace seis años se podía llegar a pagar más de 3.000.
Quién iba a decir que profesiones en decadencia se iban a convertir en tabla de salvación de muchas familias.